Capitulo 12: What I can give you

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A la mañana siguiente Ruiditos se fue temprano, no dejo rastro de su ida a la casa del Barbón, después de todo, estaba acostumbrado a eso. A que lo echaran en la mañana o en la misma noche con dinero en uno de sus bolsillos, era promiscuo y en Ibiza era prostituto, no podía olvidar eso de su vida porque lo seguía haciendo hace una semana atrás antes de que de la noche a la mañana llegara a Chile.

Quizá por eso no le costaba acostarse con cualquiera porque poco ya tenía de sentimientos y corazón y quienes tenían un lugar era Alberto y definitivamente el Jaime. Se fue en taxi hacia la casa de Nicolás, si no se equivocaba, eran alrededor de las siete de la mañana, así que con silencio entro a la casa y se acostó en el sillón, sin querer una lagrima recorrió su mejilla, no había visto lo horrible que era su mundo en España, solo lo vio ahora que horas antes tuvo que enfrentar a un Jaime, que más que Jaime era como un 'cliente' al cual debía satisfacer y gracias a eso vio que no tenía ganas de irse, no tenía ganas de amanecer casi todas las mañanas en camas de extraños o camas de hotel, no quería volver a eso ahora que tenía al Nico cerca, quien se enojaba por lo que hacía pero lo ayudaba igual, le daba comida rica y calentita y lo dejaba dormir en su cama.

Limpio con rapidez la lagrima que casi ya estaba en su mandíbula y sonrió para sí mismo, hace mucho no lloraba, es más, no acordaba la última vez que había soltado más de una lagrima, era un recuerdo vago en su mente llena de experiencias. Se acurruco en el cómodo y antiguo sillón, todavía podía seguir durmiendo y despertar en la tarde. Nadie lo iba a despertar, solo vivía con el Nico y al Nico le gustaba que Ruiditos durmiera, una vez se lo confeso mientras comían.

-Haci muchas muecas- Nicolás le comento antes de meter una cucharada de la sopa que había hecho su madre y que habían calentado en el usado microondas.

-¿Ah? Pero tio eso esh porque lash palabras no me son shuficientessh.

-Pero ¿Cómo? Podi hablar sin hacer tanta huea con tu cara

-¿Eshtash seguro? A ver...hagamosh algo, habla como yo y trata...TRATA de no hacer tantash muecas...Nicolassh- Se acomodó mejor en su asiento, una pierna encima de la otra, su cabeza apoyada en la palma de su mano, entretenido con la situación.

Mientras que Nicolás por primera vez se complicaba al hablar como Ruiditos, era raro hacerlo con el enfrente suyo, siempre era para molestar al Jaime, siempre era con un poco de alcohol en su organismo pero ahora no había nada de eso, y eran de esas típicas cosas que uno no puede hacer si te las piden.

Se movió en su puesto inquieto, cerró los ojos tratando de olvidar que Ruiditos estaba frente suyo con una sonrisa burlona en su cara y empezó su imitación, dijo lo mismo que había dicho unos años atrás con la voz de Ruiditos moviendo su cara de las maneras más extrañas, hablando del Jaime de que lo amaba pero tenía otro y Ruiditos soltaba carcajadas como loco, se parecía tanto, solo le faltaba la corona de flores en su cabeza, al terminar la imitación, Ruiditos cerro los ojos con tranquilidad, eso lo había hecho reír mucho y ahora necesitaba un poco de paz.

En esos segundos, Nicolás pudo ver lo que veía todas las noches pero con luz de lámpara y se veian sus facciones, en las cuales se notaban ciertas arrugas como la pata de gallo en la cercanía de sus ojos de tantas risas que debía haber compartido en Argentina o España.

De repente su clon abrió los ojos, más tranquilo y Nicolás pudo notar que incluso si lucían igual, sus arrugas eran diferentes, como otras que se parecían y eso lo tranquilizaba, el saber que por lo menos tenían unas pequeñas diferencias. Se miró con Ruiditos y en ese momento decidió confesarle algo.

-Sabi que Ruidi?

-¿Qué cosha?

-Me gusta cómo te vei cuando estai durmiendo

DESCONTINUADA Tu, otra vez. - Jainico, JaimexNico-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora