"La maldad puede ser dolorosa y tentadora"
El silencio de la noche dejaba escuchar los pasos continuos de dos personas
Jackeline y Alejandro caminaban en una solitaria calle, el cielo estaba despejado y el reflejo de las estrellas hacia que el escenario se viera perfectamente cautivante
Jackeline tomó a Alejandro de la mano y de la forma más cariñosa se acercó a su hombro
-¿Sabes que te amo verdad?El de la forma más fría contesto
-Eso dependerá de lo que hagas, y hoy no te mereces palabras bonitasJackeline, suponiendo que el se había enojado por lo sucedido hace unas horas, tomó su mano con mas fuerza y lo miró a los ojos
-Tu sabes que quiero estar bien contigo, y si te enojaste te pido una sincera disculpa
Alejandro solo la quedo mirando y bruscamente quito su mano
-Las peleas las podemos solucionar preciosa, pero estoy enojado y no lo puedes evitarJackeline estaba seria, porque sabía que era lo que iba a pasar
-Enserio lo siento, pero no hice nada, aún así lo siento- La voz de Jackeline estaba quebrada, trataba de rogar y transmitía un extraño dolor.
Alejandro no mostraba compasión alguna, su mirada solo mostraba una cosa, vacío
-Tu sabes que es lo que me molesta, y si lo sabes entonces ¿porque mierda no cambias?
-Pero amor es que no se porque te molestaste
La cara de Alejandro mostró una ironía injustificable
-Yo puedo leer fácilmente a tus amiguitos son una formula fácil para mi, ese idiota de hace rato no me cae bien, así que quiero que te alejes de él
Jackeline solo bajo la mirada ante el, como un gesto de sumisión
-Entonces haré lo que digas, no le hablaré, no quiero que sigas enojado y lo haré porque te amoAlejandro mostró una satisfacción extraña en su rostro que cambió rápidamente por una molesta y perturbadora.
-creeme que si te sorprendo abrazándo a otro ahí si voy a explotar y me va a importar una mierda quien este cerca
Las palabras traspasaron la cabeza de Jackeline y solo lo miraba con una notable tristeza mientras el seguía hablando
-se me olvidara que eres , y te haré ver lo míserable qué puedes llegar a ser, te insultare y te tendré de rodillas súplicando que pare
Las palabras de Alejandro fueron calladas repentinamente por un beso
-Te aseguro que nunca haré eso pero por favor no digas más- Decia mientras las lágrimas recorrían sus mejillas
Alejandro las tomó de las caderas y se acercó a su oido
-Quiero saber hasta donde puedes llegar por miElla no dijo más palabras y simplemente lo beso profundamente, sus labios fueron bajando por todo su cuerpo, y sus manos recorrieron su espalda con las más lúcidas caricias, finalmente se arrodilló ante el y sus manos bajaron lentamente hasta su cinturón
Las calles callaran para siempre lo que pasó aquella noche...
ESTÁS LEYENDO
KURUSHI TIME
RomanceA veces el dolor no puede ser evitado incluso cuando puedes hacerlo.