Lo que provocas- Oscurlod

4. Para que dejes de odiarme

Cielo

Me levante a las 2pm. Era sábado y por mucho que haya dormido, seguía teniendo sueño. Me levanté, me bañé y salí de mi habitación.
Al salir me encontré con Oscu sentado en mi sillón

-Buenos días-Me dijo con una sonrisa

-Como entraste??- Dije sorprendida

-Digamos que es muy típico de película dejar una llave abajo de la alfombra de entrada-Dijo riéndose por mi cara- Y por cierto, gracias, ahora puedo entrar y salir cuando quiero, es como mi segunda casa.

-Voy a cambiarle la cerradura.

Oscu

-No, no lo vas a hacer- Dije levantándome del sillón y acercándome a ella

-Que te hace pensar que no?- Dijo levantando una ceja

-No serías capaz de hacerme nada así- Dije haciendo puchero mientras me acercaba más a ella

-Nicolas, en serio queres repetir lo de ayer?- Me dijo riéndose

-A mi me encantaría- Dije en broma y me volví a acercar más

Al ver que ella no dijo nada me decidí. Solo iba a acercarme para ver su reacción.
Flexioné mi cabeza como si la fuera a besar y me acerqué más. La pegué a mi cuerpo y la miré a los ojos.

-Todavía me odias?- Dije ahora mirando sus labios

-Si, te odio- Afirmó mirándome fijo

-Si me odiaras, no estarías a punto de besarme- Dije con una sonrisa

-Vos estás a punto de besarme, no yo.

-Ayer no fue así a cosa-Dije ahora serio

-Ayer no parecías tan pelotudo

Y la besé. Ella no puso resistencia, incluso me lo siguió. La alcé de forma en que sus piernas rodeaban mi cintura, y sin dejar de besarnos nos metimos en su habitación. La recosté en su cama y me saqué la remera.
La seguí besando un rato más mientras rozaba cada parte de su cuerpo con mis manos.
Le empecé a sacar la ropa lentamente.
Primero el top, después el jean; y cuando ella ya estaba en ropa interior, le dí un beso y simplemente me puse mi remera y me fui sin decir nada.

Cielo

No entendía que mierda acababa de pasar. Me sentía rara, me había dejado llevar por él.
No entendía por que había hecho eso, ni porque se había ido de la nada, pero me sentía re tarada por haberme dejado llevar por un pelotudo. No dejaba de odiarlo, pero al mismo tiempo lo quería, lo quería tener para mi. Cada vez que estoy cerca de él, extrañamente me siento bien, me siento protegida y diferente.

Oscu
Me fui rápido, ni yo sabía por que había hecho lo que hice.
Estaba muy confundido y necesitaba pensar.
Tocar su cuerpo se sentía bien, y sus labios me hacían olvidar de todo.
Definitivamente me había quedado con ganas de más; pero no me podía dejar ver tan vulnerable y fácil delante de ella.
Tengo que hacer que deje de odiarme, pero ¿Esta era la manera correcta? ¿Seducirla? ¿Enamorarla quizás?.
No estaba seguro de lo que estaba por hacer, pero estaba jugando con fuego.