El Ángel Protector

Capitulo 7

Benjamín

Mientras Luz hablaba con sus padres, podía sentir como una energía se entendía en el interior de ella. En el momento en que se levantó y empezó a gritar, sus ojos ya no tenían ese color esmeralda tan hermosos, se convirtieron en oscuros y llenos de odio hacías lo que está viviendo. El poder que se estaba despertando era ese: El odio.
Tras ver que no está acostumbrada a controlar los poderes que le surgían se desmayó, y con ayuda de Henry, su padre, la llevamos a la que alguna vez fue su habitación. La dejamos descansar y fuimos a la cocina a conversar de como sería en entrenamiento de Luz.
- Es normal que esto le pase ya que no está acostumbrada y se debilita cada ves que no los pueda controlar, por eso hay que empezar a enseñarle a controlarlos -hable-
- Pero falta para que cumpla los años ¿Porque los tiene antes de tiempo?. Tú dijiste que se despertarían cuando tenga veinte(20), ella todavía es una niña !Por dios! - dijo el Sr Parker con desesperación en sus palabras.
- Si, pero cada ves que ella se altera o tiene alguna emoción, que no pueda controlar, alguno de sus poderes se despiertan y al no tener el entrenamiento y la capacidad necesaria de controlarlos, va a caer desmayada por eso estoy aquí para ayudarla -
- Tengamos calma - hablo la madre de Luz - dijiste que la ayudaría a que los controle y que no se salga de control por ningún motivo. Su cumpleaños es en en menos de un mes y se quedarán aquí para que entrenen. Tú - señaló a su marido - vas a llamar a Ethan y le dirán que venga unos días antes de Navidad, no sabemos de que son capaces, y aquí estará seguro. La entrenarás el lunes. - órdenes - Voy a llamar a la Universidad para avisarles que le pasen los exámenes y decirles que se quedara aquí - sin decir una palabras más sale de las cocina, no sin antes decirnos que no querías escuchar quejas.

Luego de eso a la noche vimos viajar a Luz las escaleras sin saber que le pasó. Le contamos que empezaremos el lunes a que sepa controlar cada poder que despierte en ella. El domingo fue tranquilo. Se pasó entre compras y regalos de parte de ellos, yo por mi cuenta me encontraba leyendo un libro en la habitación que me dieron. Bajamos para la cena y ver una película porque el día siguiente nos esperaba con interés.