al fin una conversación.

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Le doy un sorbo a mi soda de manzana para después concentrarme en mi rebanada de pizza. Es domingo, así que es día familiar por lo que mis padres después de arreglar el jardín decidieron que sería buena idea almorzar, idea que Aailayah y yo alentamos bastante, porque amamos la pizza y teníamos hambre. Escucho una conversación entre mis padres y hermana, pues estaba hablando de las próximas vacaciones de veranos y dónde nos la pasaremos. La verdad es que no falta mucho para eso, y a mi no puede darme más igual. En otras ocasiones estuviera tan emocionado como mi hermana, ya que es una tradición familiar que desde los primeros días de mi vida recuerdo, y sea a dónde sea que vayamos nos la pasamos bien, hasta con la tía Mary que aveces resulta ser un poco pesada, pero ahora no estoy en mis mejores momentos. Siempre tuve ansiedad, baja autoestima, y crisis existenciales, pero siempre pude controlarlos y aún más si eran cosas importantes como las vacaciones de verano, pero en estos momentos me siento ahogado, en el fondo de un vaso repleto de agua. Pero no digo nada, pues no quiero arruinar algo tan importante para ellos, y después de todo creo que me sentiré mejor en algún punto, y aúnque después vuelva a caer.

- Shawn, ¿tú dónde quieres ir? Se aceptan sugerencias porque tu padre y hermana no se ponen de acuerdo.

La voz de mi mamá hizo que dejará de ver la ventana de el restaurante, por lo que limpie mis labios con una servilleta y pensé en mi respuesta.

- ¿Saben? No hemos visitado la casa de la bisabuela hace mucho tiempo. - respondí, viendo la cara de entusiasmo de todos, pero más de mi hermana.

- Es verdad.

- Y no le caería mal una limpieza...- hizo segunda mamá.

La casa de la bisabuela fue heredada a mi mamá cuándo la bisabuela falleció. Al principio no íbamos muy seguido, pues su esencia seguía allí y nos poníamos tristes, pero después de aceptar su partida comenzamos a frecuentarla, y debo decir que mi hermana y yo pasamos los mejores momentos de nuestra infancia en el viejo lago cerca de la casa.

- Pero si ves el tronco de un árbol dentro de el lago no grites, por favor. -bromeó Aailayah, y todos, incluyéndome reímos de mi mismo.

Papá y mamá contaron que hace mucho tiempo, cuando yo tenía aproximadamente diez años y mi hermana cinco, fuimos al lago una tarde, dónde yo vi el tronco de un árbol flotar hacía mi, y en dónde grite "ayuda papá, un cocodrilo". Claro que mi hermana no deja que olvide eso.

Entonces la casa de la bisabuela será.- dijo papá, tomando el vaso de limonada entre sus manos.

Mamá y Aailayah dijeron que tenían que ir al tocador, por lo que se levantaron y fueron hasta allá juntas. Mi padre y yo nos quedamos en nuestros mismos lugares, comiendo lo que queda de pizza y hablando sobre las mismas vacaciones de verano. Tuve que fingir mucho entusiasmo, porque no quería arruinarlo, aúnque admito que ya estaba comenzando a gustarme aquella idea.

La campana arriba de la puerta de entrada de el restaurante sonó, haciéndonos saber a todos que alguien había entrado. Por inercia gire mi cabeza hasta allá, viéndola a ella sentarse en una mesa junto a un niño pequeño de unos siete años. No pude despegar mi vista, solo me concentré en observar lo perfecta que lucía con los blue jeans y su blusa de color blanco. Su cabello castaño estaba suelto en esos momentos, y creo que esa imágen quedaría por siempre en mi cabeza.

- ¿Esa es la chica misteriosa?.- pregunto papá, a lo que asentí sin dejar de verla.

- ¿Que te parece?.

- Que no exagerabas cuándo dijiste que en verdad es linda. - rei de aquel comentario.- ¿por que no vas a hablarle?.

- ¿Que? No, no puedo hacerlo.

with a little coffee.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora