Space Love

3. Tu eres Zim.

Pase el siguiente mes yendo con mi padre a su laboratorio y el me enseñaba todo sobre los traductores, realmente no se me hizo tan complicado el problema era que el que necesitaba era con un idioma desconocido por la humanidad, me puse a trabajar en el mío a escondidas de mi papá ya que no quería que supiera para que lo quiero, lo empecé a probar haciendo que hablara el pequeño alíen lo cual no era tan difícil ya que se enojaba de casi todo lo que hacía mientras más convivíamos más se acostumbraba a mi presencia y seguido trataba de hablar con el mostrándole las cosas y como se llamaban pero aun así creo que no me llegaba a entender.

Un día regresando de la escuela subí como siempre a mi cuarto y me puse a trabajar en mi proyecto mientras el pequeño alíen estaba hojeando un libro y decidí ponerme mis audífonos mientras trabajaba, pero no me di cuenta cuando mi hermana Gaz entro en mi cuarto y se quedó sorprendida al ver al pequeño alíen, corrió a quitarme los audífonos y decirme que el pequeño ser se había metido debajo de mi cama.

-¡¡Alto Gaz!! ¡¡No le hagas daño!!- dije mientras la detenía para que no le hiciera nada- es inofensivo no te hará nada.

-Dib llevo media hora gritándote para que bajes a cenar, vengo a buscarte y me encuentro con una cosa rara, a papá no le va a gustar.

-L-lo siento Gaz, no le digas nada a papá ni a nadie más quiero que él sea un secreto.

-Bien no le diré, solo si dejas de perder tanto el tiempo en estas cosas y te encargas de hacer la comida como antes- dijo enojada.

-No es una pérdida de tiempo- susurre molesto- está bien desde mañana haré la comida y la cena.

Bajamos a cenar, pero esta vez papá no estaba así que solo estábamos Gaz, Tak y yo. Después de cenar seguí arreglando el traductor, esa noche no dormí mucho ya que sabía que mañana no habría clases, pero al final tuve resultados cuando a la mañana siguiente decidí probarlo.

-Bien hagamos una prueba más amigo- dije mientras me ponía el traductor y me sentaba en mi cama en frente del alíen- ok habla.

El alíen comenzó a hablar en su idioma y no pude entender nada, así que me puse a ajustarlo mientras él seguía hablando.

-¡¡Asquerosa larva humana!! ¡¡Como te atreves a acercarte al grandioso Zim!!

-¡¡Lo logre!! ¡¡Puedo entenderte!! –dije muy emocionado y tomando sus manos a lo cual él se sorprendió tanto que solo me dejo seguir hablando –¿¡¡tu eres Zim!!? ¿¡¡De dónde vienes!!? Hay tantas cosas que quisiera saber de ti, tu idioma, tus costumbres, tu planeta...

-Silencio!! –gritó.

-Lo siento, me emocioné- dije a lo cual solo obtuve una mirada confundida de su parte- o cierto creo que esto solo funciona para mí, tendré que hacer uno para que puedas entenderme.

Fui a mi escritorio para empezar a trabajar en el otro traductor tuve que modificar el diseño ya que él no tenía orejas sino antenas.

-tal vez puedo hacer un tipo de broche que se conecte a sus antenas –dije pensando en voz alta ya que de todas formas no podía entenderme.

-Humano –dijo Zim a lo que volteé a verlo un poco sorprendido –sigue a Zim.

Lo seguí hasta el patio trasero de la casa donde había una pequeña una segunda casita como la que teníamos en donde guardábamos algunas cosas que no utilizábamos, pero esta era más estrecha.

-Entra -lo seguí –¡¡computadora llévanos al laboratorio!!- grito alzando su mano.

El piso se empezó a mover hacia abajo dejando ver un tuvo transparente en el que estábamos.