Me llamo Ruby O'Connell, y tengo poderes sobrenaturales. No es que pueda mover cosas, o transformarlas, ni tampoco puedo levitar o teletransportarme. Yo tengo los poderes de los cinco elementos: agua, fuego, aire, tierra y espíritu. Controlo la mayoría de ellos, excepto el de el espíritu, ni siquiera se como funciona.
Dejando de banda mis poderes, tengo el pelo con diferentes tonos de verde más o menos hasta los hombros, liso, mido 1.60 y tengo los ojos violetas, aunque puedo cambiar el color cuando quiera, es parte de los poderes.
No me considero una chica divertida ni energética, soy más bien lo contrario, pero la verdad es que me encanta el dulce, aunque odio la gelatina de café, prefiero el té.
Vivo con mis padres, Jin, que es británico, y Yumeko, japonesa, y mi hermano, Sam, un año mayor que yo. Nos acabamos de mudar a esta gran ciudad, en un barrio tranquilo de casas grandes. Nadie más en mi familia tiene poderes, solo yo.
— Bueno, ya hemos llegado— dijo mi padre.
— Esta demasiado vacía— comenté.
— Ya la decoraremos. Elije una habitación y te prometo que te dejaré hacer con ella lo que quieras— digo mi madre, sonriendo.
Di un vistazo a la casa, era bastante normalita, hasta que subí al tercer piso, al desván. Mis ojos se abrieron de golpe.
— ¡Mamá, me voy a quedar el desván!— grité.
— ¡Pero si esta sucio!
— ¡Pero es suficientemente grande!— le repliqué.
La habitación era como un nuevo salón, tenía mucho espacio, un especie como de balcón pero dentro de la habitación y como un altillo con unos muebles para poner libros.
Me dediqué toda la tarde a poner un suelo de madera, una cama enorme con una manta peluda, a limpiar la ventana y decorarlo todo, con una silla de mimbre colgando del tejado, un columpio y un piano.
Y entonces venía lo divertido. Las plantas. Con mis poderes, puse semillas de ellas casi en todos los sitios y las hice crecer, dejando algunas pequeñas y algunas enormes, y un gran rosal rojo oscuro cubriendo la pared.
De pronto, sentí algo detrás mío, como observándome, pero no le di demasiada importancia.
En un par de horas oí el timbre.
— ¡Ruby, baja, tenemos invitados, los vecinos!— gritó mi madre.
Madre mía, ahora tendría que conocer a los vecinos, suerte que ya estaba arreglada.
********************************
Un par de horas antes
Narra Kusuo:
Estaba tranquilamente en mi habitación, en mi cama, pensando en gelatina de café, cuando oí algo.
Miré por la ventana y vi que en la casa de delante pasaban cosas raras. Vi cómo agua volando y...¿plantas creciendo demasiado rápido?
Ahora que lo recuerdo, mi madre me dijo que una familia nueva se mudaba a nuestra casa vecina, y que tenían un hijo y una hija de mi edad.¿Podría ser que...? No, es imposible.
Entonces oí la voz mental de mi madre.
*¡Kuku, prepárate, tenemos que ir a ver los nuevos vecinos!*
Madre mía, bueno, al menos podré intentar averiguar qué es lo que vi, y si hay alguien... con poderes.
[.]
Narra Ruby:
Llegaron los vecinos, y bajé al salón principal. Estaban un hombre con pinta de estúpido, una mujer amable pero demasiado optimista y un chico con el pelo rosa y unas gafas verdes, que por su expresión, pensaba lo mismo de sus padres.
— Esta es nuestra hija, Ruby, es un poco fría, pero es muy inteligente.
Vaya, gracias mamá.
— Bueno, no es muy distinta de nuestro hijo Kusuo, seguro que os llevaríais bien— dijo su madre.
— Amy, porque no le enseñas tu habitación a Kusuo?— comentó la mía.
Genial.
Le hice un gesto con la mano para que me siguiera y lo hizo sin decir nada.Narra Kusuo:
Tenia que hacerlo. Además todas las pruebas apuntaban a que es ella la de los poderes, aunque creo que son bastante distintos a los míos.
Uno, no podía leerle la mente, dos, las plantas eran demasiado grandes como para que las acabaran de plantar, y tres, el color de sus ojos era de un peculiar color violeta, igual que los míos. Así que lo hice.La acorralé contra la pared, quedándome a unos pocos centímetros de ella.
— ¿Que estás haciendo?— dijo muy seria.
Era evidente. La miré directamente a los ojos.
— Tienes poderes,¿verdad?
Se quedó helada.
— Que ridiculez. Como voy a tener poderes.
Me acerqué aún más.
— A mí no tienes que mentirme— le respondí, y entonces, moví la mano y levanté la cama. No parecía sorprendida.
— Ya percibí antes tu presencia. ¿Esto es lo que puedes hacer?— me preguntó, manteniendo el tipo aunque yo estaba demasiado cerca.
— Telepatía, psicometría, levitación, etc. ¿Tu?
— Tengo el poder de los cinco elementos. Agua, fuego, aire, tierra y espíritu.
Abrí mucho los ojos. Sus poderes eran impresionantes, incluso quizás más poderosos que los míos.
— Ahora, ¿puedes apartarte, porfavor? Estas demasiado cerca— me dijo.
Me caía bien.
De pronto sentí algo, creo que... me sonrojé un poco, así que me aparté lo más rápido posible. Nunca me había pasado. Por suerte mi madre me llamó y tuve que irme.
Al llegar a casa me fui directamente a mi cuarto, estaba cansado. Oí una musica de piano, creo que era ella. Tocaba genial.
Y de pronto me quedé dormido.

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Todo lo Que No Puedes Controlar [Kusuo y tú]
ФанфикEverything you can't control Este es un fanfic del palo Kusuo y tu, pero esque no me gusta escribir con eso de t/n y los [...], pues mi personaje se va a llamar Ruby O'Connell pero imaginad que sois vosotras y ya. También es un fanfic de misterio y...