Llevo en mi cara marcado el tiempo, mis ojos revelan el cansancio de una vida entera.
Soy un inquilino de este planeta, pues he recorrido medio mundo a lo largo de mi vida.
No tengo ni patria ni religión, no me identifico con ninguna de ellas, pero las conozco todas y cada una de ellas.
Conozco también todas las diversas culturas de este planeta e incluso las he practicado como forma de respeto.
Allá donde iba me amoldaba a las costumbres autóctonas de la región, no tenía ningún tipo de problema.
Todo ello me dió la oportunidad de descubrir más de lo deseado, aunque nunca es suficiente cuando de aprender se trata.
He tenido la suerte de ser tratado bien allí donde he pisado suelo, suerte o saber que hacer en cada momento.
Respeta y serás respetado, siempre a sido mí forma de actuar, quizás por eso me han tratado bien.
Nunca he sido una amenaza para nadie a pesar de haber pasado por cientos de dificultades, de una manera u otra salía siempre adelante.
Ahora ya estoy cansando y las fuerzas no me acompañan como antaño.
Nunca me he casado ni he tenido mujer a mí lado, pero he podido comprobar las diferentes culturas amatorias en casi todos los países que he recorrido.
Supongo que físicamente soy apetecible a los ojos de las mujeres, no sé, la verdad es que nunca me a interesado mí físico ni mi forma de vestir.
No debería ser tan malo, está feo decirlo pero no me puedo quejar en lo que a mí vida sexual se refiere.
No tengo la más mínima idea del número de mujeres con las que he estado, se que han sido muchas de oriente a occidente, pero no sabría decir cuántas.
Evidentemente ya no estoy por la labor, demasiado viejo para pensar en estos menesteres.
Ahora sólo pienso en mi bienestar y descansar, mí cuerpo a dicho basta.
No me extraña, demasiado he abusado de él como para no darle ese descanso merecido.
Mis ojos han sido unos privilegiados, pues han visto cosas realmente hermosas y bellas, aunque también cabe decir que algunas mejor haberlas evitado.
He visto lo bueno y lo malo de este planeta, la riqueza y la pobreza, la maldad y la bondad, todo ello presente en cualquier parte que pisaba.
Ricos y pobres, la eterna verdad desde que el hombre conoció la avaricia y las ansias de poder, esto no a cambiado ni cambiará nunca, demasiados intereses creados y todos con el mismo fin, el poder.
El poder es muy similar en todo el mundo, sólo cambia el idioma y poseer lo que más valor tenga dentro del territorio.
Esto último no sé si me he espresado con suficiente claridad, con sólo un ejemplo lo entenderán.
Si el país es rico en petróleo, aquel que tenga el control sobre él, es quien estará en el poder, en lo alto de la cima, decidiendo quién está a su lado y quién no, creo que ahora lo han entendido.
No dispongo de fortuna ni riqueza, tan sólo tengo lo suficiente como para vivir modestamente y no molestar a nadie.
He dicho que no tenía riqueza económica por supuesto.
Pero les puedo asegurar que tengo la mayor riqueza cultural que se pueda desear.
Me atrevo a decir que no existe nadie tan loco como yo, sin embargo esta locura me a dado el mejor regalo de mi vida, conocer el mundo, sin excepciones.
Quién puede decir lo mismo que yo, creo que nadie, soy una especie en extinción, salvaje, aventurero y sobre todo sin miedo.
No he tenido nunca la sensación de tener miedo a mí empeño por recorrer el mundo.
No es fácil, más bien algo arriesgado, pero nunca tuve ningún tipo de duda ante mi eterno viaje, más bien curiosidad, eso creo que es lo que me ha dado fuerzas durante todos estos años .
Ahora me encuentro cerca del Tíbet, a escasos kilómetros.
No a sido fácil decidir dónde acabar refugiado a la espera de que llegue mi hora, con esto no quiero decir que vaya a morir en breve, aunque eso no lo decidimos nosotros.
He valorado muchas opciones, todas diferentes y válidas, complicado cuando conoces tanto como yo.
Aquí tengo una pequeña cabaña al pie de la montaña, suficientemente grande para vivir yo sólo.
Aunque no crean que estoy solo, tengo la fortuna de tener grandes amigos aquí en la región, así que no tengo porqué quejarme, estaré bien acompañado.
Tampoco busco la compañía como algo necesario en mi vida, más bien necesito paz y tranquilidad, demasiado ruidosa a sido toda mi vida como para andar buscando ruidos molestos que se pueden evitar.
Y esto es todo por hoy, podría estar hablando años, demasiadas historias que contar y pocas ganas de hablar, ahora toca descansar.
