Tal vez hoy y no mañana

48. Dominic

Estoy frente a su puerta al otro día por la noche.

Toco y me apoyo en el marco, queriendo lograr una posición casual que al final se ve forzada y de casanova. Dejo los brazos colgando a los lados, pero parezco un idiota, así que opto por meter las manos en los bolsillos.

Abre la puerta.

Retengo el aliento, desconcertado mientras la miro de arriba a abajo.

—¿Gea? —pregunto.

Nunca salí con un travesti, pero siempre hay una primera vez. Mide cuarenta centímetros más que yo, tiene el triple de mi masa muscular y usa un camisón por el que se desborda el vello de su pecho.

—¿Y tú eres?

—¿Dominic?

—¿Estás seguro? Porque no pareces seguro.

Él no me hace sentir seguro. Siento que debo llamar a la policía.

No me mira con mucha amabilidad o paciencia para ser alguien que dijo que podría estar enamorado de mí.

—Estoy seguro. Así me puso mi mamá.

Debí haber visto la foto. Me hubiera preparado mentalmente y comprado lubricante.

Me mira con desconfianza.

—Mi hermana ya está durmiendo. No la despertaré por ti. Vuelve otro día.

Me cierra la puerta en la cara.

Suspiro de alivio un segundo, pero me doy cuenta que si no me hace papilla en la cama, me hará papilla por intentar meterme en ella con su hermana.

Corro dentro de mi departamento.