49. Gea

6.5K 1.3K 116
                                    

Estoy frente a su puerta.

Mi hermano dijo que fue a verme anoche y, en su opinión, tiene la cara de una alpaca.

No pedí detalles porque sería hacer trampa. Quiero verlo con mis propios ojos. Además, Henry tiende a exagerar cuando se trata de mis enredos físico-amorosos.

Me genera impotencia y gracia a la vez que tome el papel de tipo duro solo porque es personal trainer y tiene el físico para eso, cuando se queja de que su esposa casi le quiebra la mano en el parto o cuando no le da vergüenza ponerse un camisón de nuestra padre porque su bebé le vomitó encima. Es más blando que un malvavisco.

Toco la puerta de los vecinos. Abre uno de ellos envuelto en una bata de seda roja.

—¿Cuál de los dos Dominics eres?

—El más guapo.

Todavía no estoy estoy segura de si es mi chico de las notas. Ambos parecen tener mucha autoestima.

—¿Cuántos tipos de rocas conoces? —Entrecierro los ojos.

Me mira como si estuviera loca y echa un vistazo al corredor, para verificar que no es un robo planificado o una cámara oculta.

—Contando las preciosas y semi-preciosas, al menos quince —contesta a pesar de su desconcierto.

Una decepción. Este es el otro Dominic, y parece ser el más inteligente. Sin embargo, es también el más imbécil por dejar a su novia por audio.

—Cretino —escupo.

Tomo el pomo de su puerta, lo empujo dentro de su sala y cierro con un portazo antes de volver a mi departamento.

Tal vez hoy y no mañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora