Atrapados en la nieve

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Un gruñido escapó de los labios de Tony. ¿Es que acaso su suerte no podía ser peor? Quería golpearse en el rostro hasta quedarse inconsciente.

  -Amor, tranquilo-.

  -¡No!-. Dio un manotazo a Stephen quién trato de abrazarlo y después se hizo ovillo. -¡No me pidas que me tranquilice cuando el auto se descompuso a media carretera, no tenemos señal en los teléfonos y esta haciendo un frío horrible!-.

El médico suspiro y se recargo un poco más en su asiento. Sí, su viaje no había sido el mejor pero almenos seguían vivos.

Era la quinta vez que Stephen intentaba abrazarlo para compartir un poco de calor y sorpresivamente esta vez no fue rechazado con un golpe por parte de su pareja pues Tony sentía demasiado frío y ya no quería seguir alejarlo o eso terminaría en una pelea más grande.

  - ¿Estás bien-. Cuestiono acariciando su espalda mientras Tony mantenía su rostro ocultó en el cuello del pelinegro.

  -Estoy vivo-. Respondió ya un poco más tranquilo. -¿Qué se supone que hagamos mientras estamos aquí? No creó alguien pase por aquí hasta mañana-. Bufó y se separó un poco para ver los indescifrables ojos ajenos.

  -Se una forma de pasar el tiempo-.

  -No, aún sigo molesto contigo por no revisar el auto antes-.

Stephen suspiro, iba a ser una larga noche.

Navidad IronStrange 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora