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¿Qué había pasado aquella primavera?
Jungkook había llorado tras escuchar esa voz pero al voltear no había nadie. Su imaginación había jugado contra él, trayendo la voz de Yoongi a ese presente.
Pero no fue así. Yoongi no estaba con él, Yoongi había muerto.
Entró a aquel departamento lúgubre que se hacía llamar hogar, dejo las llaves en el pequeño mueble que se encontraba al lado de la entrada. Suspiro, caminó hacia el baño donde yacía su pijama de rayas, se dio un baño antes de ir a comer lo que fuera que hubiera en el refrigerador.
Un vaso de helado sonaba bien para calmar las penas.
Se sentó en el sofá, dispuesto a ver alguna comedia romántica que lo hiciera pensar en los tantos momentos que vivió con Yoongi.
La primera vez que caminaron por los pasillos del colegio con sus manos entrelazadas, el pequeño beso que le dio Yoongi para calmarlo pues los comentarios no se hicieron esperar. Cuando sus familias se conocieron, tenían la suerte de que sus familias no eran de mente cerrada, pues los habían felicitado. Su primera vez haciendo el amor. Su primer año de novios. Su primer mes de esposos. Su...
Sus últimas veces.
La última vez que hicieron un picnic, su última vez haciendo el amor, su última vez durmiendo juntos, su último beso... sus últimos te amo.
Estaba llorando nuevamente. Era algo triste de ver, un lindo castaño con los labios llenos de chocolate, mejillas húmedas y rojas, ojos hinchados y un corazón roto.
Joder, Min Yoongi estaría destruido si viera esa escena.
Un pequeño ruido hizo eco en el departamento, era el timbre, Jungkook se levanto dirigiéndose a la puerta y sin ver quien era abrió la puerta.
Era Taehyung.
—Te ves terrible.
—Gracias— Jungkook se dio la vuelta, volviendo al sillón para seguir con sus planes de seguir llorando por su esposo —¿Qué haces aquí?
—Yo...— habló el peliazul, buscando las palabras para no dañar más a su cuñado —Sé que fecha es hoy y como recientemente me mudé, encontré algunas cosas— suspiro al ver a Jungkook perdido en sus pensamientos —Jungkook, encontré cosas de Yoongi.
Solamente ese nombre basto para captar toda la atención de Jeon Jungkook.
—Yo supuse que tú deberías tener esto.
Jungkook tomó el maletín que el mayor le entregaba. Era un maletín café algo sucio y maltratado, pero algo resaltaba.
"Y.K"
Jungkook acarició las letras, sus ojos de pronto llenándose de lágrimas nuevamente.
—Taehyung— habló —¿De verdad puedo quedarme con esto?
