¿ C r y ? [MitsuBoru]

Capítulo 2.

- Mitsuki, quiero que vayas al cine conmigo, mañana, a las cinco de la tarde - Sarada se sentó en su pupitre, a la par de su amigo.

- No quiero - Respondió sin dejar de leer el libro que se encontraba en sus manos.

- No te estoy preguntando - Se cruzó de brazos viendo hacia al frente, observando a los demás chicos y chicas que pasaban por ahí.

- ¿Quién te crees para obligarme? - Vio a su amiga con un rostro neutral, mientras que ella solo tenía una expresión seria. - ¿Mi papá?

- Tú amiga

- No creo que los amigos se den ordenes entre ellos.

- Hm... ¿Por favor? - Sonrió forzosamente, mientras que sentía su cuerpo arder por decir esas palabras, pensando que por eso su orgullo se dañaría.

- Esta bien... Pero, ¿Por qué quieres que vaya contigo? - Dirigió de nuevo su vista al libro, disimulando leer cuando en realidad estaba prestándole atención a su amiga.

- Para que hagas más amigos

- ¿Qué?

- Mitsuki, me preocupa que seas tan antisocial ¿Sabes? - No le importaba que le dijera antisocial, tampoco le afectaba. Pero a leído que la preocupación no es buena, por lo que mejor será que su amiga no se preocupe tanto.

- Esta bien... ¿Quienes irán? - Vio a su amiga con una falsa sonrisa, mientras que ella tenía una verdadera con un poco de emoción.

- Unos amigos de la sección B, Sumire, Chouchou, Boruto, Denki... - Comenzó a mencionar todos los nombres de sus amigos, Mitsuki no le prestaba mucha atención, pero no era malo fingiendo que lo hacía. - ¡Oh, también irá Shikadai!

- ¿Quién es Shikadai? - Preguntó al notar como Sarada alzó la voz al mencionarlo.

- Mitsuki, es el chico que se sienta adelante de ti... - Vio a su amigo con un tic en el ojo. Sabía que él suele ser muy descuidado y que no le importa mucho lo que pasa a su alrededor. Pero ¡Vamos! Ese chico siempre se a sentado enfrente de Mitsuki, ¿Nunca lo notó?

- ¿En serio? No lo sabía, nunca me preocupe en saber su nombre

- A ti nada te preocupa - Puso su codo sobre el pupitre para luego colocar su barbilla sobre la palma de su mano, viendo con ligero fastidio a su compañero.

No respondió nada, solo desvío su mirada, viendo nuevamente su libro. Sarada rápidamente se puso algo nerviosa, triste y algo decepcionada de si misma.

- ¡Lo... Lo siento! No fue mi intención o-ofenderte - Deshizo su posición, levantándose de su asiento para luego hacer una pequeña reverencia.

- Tranquila Sarada, no me ofendiste, recuerda: No puedo sentir ese tipo de cosas - También se levantó, para luego acariciar suavemente la cabeza de su amiga con su típica y falsa sonrisa.

- Debe ser triste vivir así... - Susurró dejando a un lado la reverencia, volviendo a su pose diaria, cruzándose de brazos. Tenía su vista hacia abajo, sintiendo dolor por su amigo.

- No puedo sentir tristeza o dolor mental, Sarada, soy tan frío como el hielo, mis emociones y sentimientos están congelados.

- ¡No digas tonterías! Algún día sentirás tristeza, dolor, sufrimiento

- Wow, que buenos deseos tienes hacia mi

- ¡No me refiero a eso! Quiero decir que, algún día lograrás tener emociones y podrás sentir todos los sentimientos del ser humano.

- ¿Y cómo lo lograré?

- Primero: ¡Haz más amigos! - Levantó su mirada con una sonrisa, Mitsuki no entendía como eso lo ayudaría, solo se dejó guiar por su amiga cuando esta lo tomó de la muñeca comenzando a caminar de forma rápida.

(. . .)

- ¿Por qué estamos aquí, Sarada? - Preguntó Mitsuki observando la puerta del salón, la cual tenía una pequeña "B".

- Vas a conocer a mis amigos

- Pensé que los iba a conocer cuándo fuéramos al cine

- Eso no importa, ven - Ambos comenzaron a caminar entrando al salón.

Rápidamente fueron identificados por los amigos de Sarada, quienes los saludaron de forma animada, sobre todo a la chica.

- ¡Hola Sarada! ¿Que hay? - Wasabi se acercó a la azabache sonriendo de forma animada.

- Hola - Sumire saludó con una sonrisa bastante tranquila.

Ambas chicas comenzaron a charlar de forma alegre con sus amiga, luego Namida se unió a la conversación de forma tímida. Todas se miraban felices, Mitsuki seguía preguntándose el cómo lograban hacerlo, es algo natural para todo el mundo, pero para él era algo interesante.

- ¿Hm? ¿Y tú quién eres? - Un chico rubio se acercó a Mitsuki observándolo de arriba hacia abajo.

- Soy Mitsuki - Sonrió falsamente sin sentir incomodidad por las miradas que recibía por parte del rubio.

- Boruto, él es un amigo mío - Mencionó cruzándose de brazos pero con una leve sonrisa.

- Bueno, si eres amigo de Sarada ¡Entonces también eres mi amigo! - Colocó su mano en el hombro de su actual "amigo" sonriendo ampliamente.

- Es un gusto conocerte, Boruto

- Igualmente, Mitsuki

(. . .)

Pasaron todo el receso en la sección B, Mitsuki no sintió nada nuevo, pero no pudo apartar la vista de la gran sonrisa de Boruto. Sin duda, nunca va ver otra sonrisa más grande y radiante como la de él, ese chico tiene algo "especial" que hace que los demás se sientan felices con su compañía. O eso piensa al ver como los demás interactuaban con él.

En todas las siguientes clases no pudo concentrarse bien, no sacaba de su mente esa imagen.

Nunca había pensado tanto como es sentir felicidad...