Un fin de semana como cualquier otro, la pequeña park jisoo de solo 7 años jugaba tranquilamente en su habitación después de haberse arreglado mientras sus padres esperaban una visita, jisoo jugaba con su gran variedad de juguetes que se podían permitir gracias a sus padres quienes tenían una gran empresa de refrigeración la cual era la número 1 en todo corea del sur
Unos minutos más tarde el timbre sonó y jisoo bajo de su habitación para recibir a la visita con el resto de su familia, parecían unas personas humildes que tenían una ropa formal pero algo gastada, sus padre llevaba una camisa de manga larga y un pantalón negro, su madre una camisa negra y una falda larga color verde menta y la hija con un vestido rosa
-jisoo ven, ella es sana, que te parecería jugar con ella mientras papi y yo hablamos con sus padres?- dijo la madre de jisoo
-claro, ven- respondio jisoo tomando de la mano a sana mientras subían las escaleras hacia el cuarto de jisoo
-wow, es muy grande y lindo, mi casa debe ser como la mitad de esto- dijo sana impresionada por el tamaño del cuarto de jisoo
-bien y que quieres jugar?- pregunto jisoo
-pues en mi escuela jugamos a las atrapadas, en mi casa no lo puedo jugar porque es muy pequeña, además no tengo con quien- respondio sana aún admirando la grandeza del lugar
-pues juguemos, corre y yo trataré de atraparte, ahora corre!!!- dijo jisoo y se dispusieron a correr sana no era muy rápida por lo que al bajar las escaleras y tratar de alejarse fue atrapada- bien ahora tu me atrapas-
Se prepararon y jisoo empezó a correr, pero sana al tratar de seguirla no midió bien la esquina de un sillón que se encontraba por ahí por lo que tropezó con ese sillón y calló raspándose la rodilla
-sana?- pregunto jisoo luego de escuchar aquel ruido, solo para encontrarse a sana llorando por su herida- estas bien?- pregunto
-me.. me duele mucho- lloro sana- tienen razón en mi escuela, soy una torpe- agregó aún llorando
-ven, yo puedo curarte- dijo jisoo levantando a sana y llevándola a la cocina y sentando la en una silla para tomar el botiquín y acercarlo a sana- y por cierto, no eres torpe- dijo jisoo mientras aplicaba un poco de alcohol sobre un algodon- ahora se fuerte, esto va doler un poco- dijo para después limpiar la herida por lo que sana cerro los ojos muy fuerte para no gritar y después que termino le puso una bandita- listo, eres muy valiente, regresa a mi habitación yo en un momento llego- dijo jisoo sin saber que ese pequeño acto cambiaría la vida de una pequeña
Sana obedientemente y más cuidadosa que antes regresó a las escaleras y las subió, para su suerte no tuvo que adivinar el cuarto ya que habían dejado la puerta abierta, sana solo entro y se sentó en la cama, unos segundos después llegó jihyo con una galleta en cada mano y extendio una a sana
-te mereces un premio por ser muy valiente, mi mami siempre me da una al día así que tu también mereces una-
Ambas comieron su respectiva galleta
-esta deliciosa, nunca había probado algo así, solo en mi cumpleaños puedo comer dulces, gracias- dijo sana abrazando a jisoo
-pero las galletas no son dulces- respondio jisoo
-mi mami dice que si- respondió sana
-bueno, que te parece si jugamos a otra cosa?- pregunto jisoo- algo más calmado-
- pues, me gusta escuchar música, me hace sentir bien, que tal si cantamos?- respondió sana
Ambas pequeñas empezaron a cantar, jihyo tomo un peluche de un conejo y lo usó como micrófono mientras sana hizo lo propio con un peluche de un perro shiba
- te pareces mucho a el, ambos son adorables- dijo jisoo a lo que sana solo río
Así pararon varios minutos hasta que la madre de jisoo les avisó que ya era hora de que sana se fuera, sana se despidió de jihyo y se fue, justo cuando sana y sus padres estaban por salir se escucharon pequeño grito
- SANAA- grito jihyo mientras bajaba aputadamente las escaleras- sana, quiero que tengas esto- dijo jihyo ofreciéndole el peluche se shiba que sana uso
-pero jihyo, es tuyo- respondió sana sorprendida
-lo sé, pero ya no más, te lo regalo, te veías tan adorable con el que pensé que estaría mejor contigo, además tengo más juguetes, así que por favor tómalo y cuídalo mucho-
Sana tomo el peluche y abrazo a jihyo para despedirse a lo lejos con el peluche entre brazos, sin saber que no se volverían a ver... al menos el tiempo que el destino quiera