Kitty Gang x Agust D (ParkLava version)

V

Cuando desperté, estaba sentado en una silla, con las manos atadas a la espalda.

No veía a nadie.

Cuando mi vista se aclaró del todo, pude ver que se trataba de un vagón de tren abandonado.

Al final del vagón pude ver una silueta acercarse y frenarse justo en frente de mi.

+ Hola amor~

No podía creermelo...

Se trataba del terror de nuestra mafia, el mejor asesino de todos, el temible Kitty Gang...

Ha llegado a matar a 30 hombres en un solo ataque, hemos perdido a más de 150 hombres a manos de Kitty Gang.

Él era para nosotros, al igual que yo para ellos, nuestro peor enemigo.

- ¡¿Qué puñetas quieres de mi?!

+ Vaya, cariño... Siempre que aparezco te pones a la defensiva~

Se acercó a mi y sacó una navaja, quedó su rostro casi pegado al mío, mi expresión fue de dolor al sentir un corte en mi mejilla, haciendo que la navaja quede ligeramente manchada de sangre.

Seguidamente pude ver asqueado, cómo lamía la navaja saboreando la sangre de esta.

- Maldito psicópata...

+ Este psicópata te hará suyo~

Gruñí molesto, ¿Qué demonios le pasaba?

- Somos enemigos, idiota

+ Eso hace que te desee con más fuerza~

Me estaba desesperando, era imposible hablar con él.

+ ¿No sería genial?~ Los dos mejores asesinos del mundo, juntos para siempre~

- No trabajaría contigo ni aunque me aumentasen la paga

Le miré con ira y repugnancia.

No podía creerlo, el maldito Kitty Gang se obsesionó conmigo...

¿Por qué no con otro?

¿Por qué conmigo?

Comencé a balancearme tratando de tirar la silla, pero Kitty Gang la sostuvo colocando su pie a un lateral del asiento y se acercó a mi rostro de nuevo.

+ ¿Me estás provocando?~

Traté de golpearle con una patada, pero este la tomó con ambas manos y la levantó

+ Por dios, lo que haría yo con estas piernas~

Luché por librarme de su agarre, finalmente decidió marcharse.

+ Debo irme un momento amor~ En poco vuelvo~

Entonces supe que tenía poco tiempo, lo justo para encontrar la manera de escapar y huir.

Me di cuenta que dejó la navaja sobre uno de los asientos del vagón, entonces empecé a hacer fuerza con las piernas para mover la silla hasta llegar a la navaja, como pude la agarré y corté las cuerdas de mis muñecas.

Me puse en pie y comencé a correr hacia la salida.