The Rugby Boy.

C. 12: Chicago.

Pasaron los meses y mi relación con Chase si hizo más fuerte, tanto así que el estar separados era algo diferente.

-Chase... Quiero decirte algo- Le digo con la voz quebrada.

-¿Qué ocurre Chig?- Pregunta abrazandome.

-Me... Me tengo que devolver a Chicago- Dije rompiendo en llanto.

Así es, la noche anterior, mis padres me habían dicho que tendríamos que regresar a Chicago, por temas de estudio de Dylan y por temas de trabajo...

-¿Por qué no me dijiste?- Preguntó bajando la cabeza y susurrando.

-Me enteré ayer... Eres el único que sabe...

-Te amo...

Chase me beso como nunca y eso hizo que pdiara más la idea de irme de California. Fuimos a la playa con los chicos y las chicas, Chase quería que yo me relajara un poco y él quería lo mismo. Al menos tenemos skype... Creo.

-Chicos... Addi se va- Dijo Chase al punto en el que se le quebró la voz. Lo abracé.

-¿De viaje cierto?- Me miró Nev con los ojos cristalizados.

Negué con la cabeza y comencé a llorar. Las chicas me abrazaron y los chicos hicieron lo mismo, al cepararce, Chase corre hacia mi y me toma entre sus brazos. Me da un beso tierno y corto en la boca y luego lo hace intenzo... Luego me llaman al telefono.

-Hija... Es hora de que nos vallamos- Escucho a mi madre.

-Okay...- Corto.

Chase me Lleva a mi casa en su auto, en el camino ibamos de la mano y en silencio, de esos silencios cómodos. Cada vez que lo veía él tomaba mi mano y la besaba, sin quitar la vista de la calle. Llegamos.

Bajé del auto y me despedí de Chase con un largo beso. Luego entré a mi casa y ordené todo el resto hasta que llegó el taxi. El camino fue eterno, más aún si no tengo a Sam para que hable o a Jack para que juegue con las manos o Ryan para que cuente chistes o el mismo Chase... El chico que logró robarme el corazón el cinco días.

Llegamos al aeropuerto y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba sentada en el avion... Aún no sé cómo llegué. Iba al lado de la ventana y Dylan iba a mi lado. El avion despegó y recordé cuando John estaba afuera gritandome... Fue el momento más feliz de mi vida, no tendría que volver y crearía otra vida... Pero no.

Mis lágrimas corrían por mis mejillas y la mano de mi hermano estaba en mi espalda y me tenía abrazada a él. Extraño a Chase... Lo extraño mucho.

Pasaron las horas y estaba de vuelta en la misma casa que había dejado atras... La misma casa donde sufría cada noche y cada día. Desidí llamar a las chicas y a Chase.

-Hola! Sí llegué bien... Sí... También los extraño mucho... Oh hola Jack... También faltan tus juegos y los chistes malos de Ryan... Claro que no los olvidaré... Okay oye ¿me pasas a Chase?... ¿Cómo que se fue?... ¿De viaje? ¿A dónde?... Okay... Cuando se enteren diganme.- Colgué.

Ordené todo nuevamente pero faltaba algo... Sí, California. Salí al parque y me senté en una silla... Lloraba, no recuerdo cómo pero ya era de mañana y estaba en mi cama.

~Dos semanas después~

Iba caminando por el pasillo del super mercado, Dylan se había encontrado con una chica y su lado galán salió a batalla. Caminaba por los lacteos y luego por los helados, sentía el frío y eran estos momentos donde necesitaba a Chase... Mi vida había cambiado y ya no era feliz, todo era gris y feo... Hasta esto: Estaba caminando por los helados cuando choco con algo... Alguien y posa su mano en mi espalda.

-Hola Chigo- Mis ojos se cristalizaron y mi cuerpo comenzó a temblar... ERA CHASE!.

-Chase- Susurré. Él me abrazó con todas sus fuerzas y me besó como nunca antes... Era Chase... Era MI chase.