Hace muchísimo tiempo allá por las calles de Guanajuato, Nueva España (ahora llamada México) vivía un chico con cabello rizado, este chico correspondía al nombre de Harry.
El chico Harry tenía 16 años de edad cuando su historia comenzó, aquella historia que les contaré aproximación y que toda la población mexicana conoce hasta de memoria.
Harry siendo tan pequeño tenía un padre sobreprotector y no muy amoroso. en el pueblo eran populares, puesto que Harry era el chico de ensueño para todas las chicas, hablo de que. cabello rizado, ojos verdes, y piel casi tan suave como la seda... y su padre, guapo. igual o más que él... el pueblo era pequeño.
el señor Styles era un hombre que seguía cualquier estereotipo masculino, ya saben. la mujer cocina, la mujer sirve, los hombres no lloran etc, etc.
contrato una persona para que estuviera con su hijo Harry todo el tiempo, como su "dama de compañía" salvo que el, era chico.
el hombre pensaba que ese no era un trabajo digno de un hombre. pero el chico se veía pobre y bueno, y sabiendo como era el mismo. no lo dejaba salir del pueblo. y un amigo le vendría bien
ya que el rostro de su hombre de compañía, si gritaba "hombre"volvamos a la parte de que no lo dejaba salir del pueblo. en aquellas épocas era normal el casar a sus hijos con gente rica, Harry no era del todo listo. de hecho, su padre lo veía un tanto estupido.
el estaba consciente de la belleza que su hijo portaba, así que era un hecho el poder casarlo con una dama rica y de buena fama.el señor Styles había encargado a Niall, el hombre de compañía para Harry, ir al pueblo por la comida de la tarde.
obviamente esa no era su función en dicha casa, pero nadie le decía que no.
-¿Puedo ir? -Entro Harry a la cocina de su casa, donde solo habían dos personas. Niall y su padre.
se podía ver al hombre mayor del lugar con el ceño fruncido y dicha cara de pensativo
-Para eso está Niall, ¿no? Para ser mi hombre de compañía, para acompañarme a los lugares en los que me permitas salir. -Hablo el rizado de nuevo.
-Esta bien. -Lo vio con firmeza y volteó a ver al chico trabajador- Tú, cuídalo y no dejes que cometa un acto estupido.
El rubio río y lo vió.
-Esta bien, señor-
Ambos salieron por la puerta trasera, la más cercana.
•••
Harry pensaba que tal vez su padre no siempre era malo. Como aquella vez que el mayor le había regalado su primer libro aunque estuviera en desacuerdo, pero se lo regaló porque sabía que su hijo lo quería. Sabía que lo había pedido dos navidades seguidas. ¿Qué podría salir mal?
...
Harry salió de casa. Se sentía libre de por fin salir de un ambiente tan tenso aunque fuera por unas cuantas horas, quizás hasta minutos. Visualizó con cuidado las calles de Guanajuato, sus colores, su ambiente, las chicas con sus típicos vestidos de época , la música clásica que permitía que el silencio solo sonara como una leyenda urbana.
No se dió cuenta de lo perdido que estaba en otras cosas, en otras personas hasta que alguien le dió un pequeño empujón con el dedo... Era Niall.
-¿Qué haces? -Preguntó burlón.
-¿Te habías dado cuenta de lo lindas que se ven las chicas con aquellos vestidos? O de lo elegantes que se ven los chicos con sus trajes. Vaya, solo. observa cómo se ven las calles. Como son las casas, tienen demasiados colores. Tantos, que si los contara se sentiría como si fuera infinito. -Respondió sin dejar de ver a su alrededor.- Literalmente ya tomé mil fotos mentales sobre todas las personas. Incluso te tome algunas donde estás distraído. Sales chistoso. -Bromeó
-Borra eso, Harry. Mi reputación podría estar en riesgo con esas fotografías
-Aguanta solo un poco, ¿Tienes reputación? -Terminó diciendo Harry mientras recibía un golpe con puño cerrado en el brazo, uno de broma.
Siguieron caminando y Niall se paró en un lugar donde se encontraba una señora, no un tanto mayor. Algo así de entre 45-55 años. Ella vendía vegetales y otro tipo de cosas para preparar comida típica Mexicana, aquella comida que podía llegar a ser conocida en otros lugares.
Niall se distrajo con aquello. Él era bueno para identificar los vegetales buenos, los malos. O las especias perfectas para el típico menudo que su madre le hacía cada que le pagaban un dinero considerable para alimentarse.
Sabía hacer todo tipo de cosas. Harry lo vio tan concentrado en lo que estaba haciendo, y se dió cuenta de que había demasiadas cosas que no sabía de su mejor amigo. No sabía cómo había terminado en situación de calle, y tampoco sabía que había pasado con su madre.
Ignoro aquellos pensamientos de nuevo y se propuso a observar la localidad en la que estaban. Muchas señoras vendiendo. Chicas a su alrededor, ¿Debía hablarle a alguna? ¿Debía tener nuevas amistades? Estaba caminando hacía ningún rumbo. Pero se percató de algo.
Estaban derrumbando una iglesia de por ahí. Había todo tipo de trabajadores cansados y tal vez quejándose de el calor que había en ese entonces. Los observó a todos pero uno en general le llamó la atención.
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El callejón del beso. [Larry]
FanfictionHistoria de amor basada en el siglo XVI. Dos jovenes enamorados juzgados por la multiple gente de mente cerrada.