¡Bebé!

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Cuando era pequeña, mis padres y yo fuimos al cementerio a hacer una visita a la tumba de mi abuela.

Mi padre y yo nos paramos en frente del cementerio y podíamos ver todas las inscripciones en las lápidas. Sentía una sensación extraña, ese lugar no me gustaba mucho.

De repente, mi hermana se soltó del brazo de nuestra madre y corrió tan rápido como sus pequeñas piernas se lo permitían.

Hace poco mi hermana había empezado a hablar, ella tenía tan solo un año y medio de haber nacido. Aunque mi madre insistentemente la llamaba, ella solo corrió por delante mientras reía.

Ella corrió hacia una pequeña lápida y la tocó, y con una gran sonrisa se volteó y dijo:

-¡Bebé!

Mi madre caminó al otro lado de la lápida. Ella no pudo distinguir el nombre, pero la tumba si pertenecía a la de un infante. No hay forma de que mi hermana haya podido saber esto.



-CreepypastaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora