DESTINO

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El rey había quedado de pie frente a su ya derrotado oponente. Luego de tirar su espada a un lado se dispuso a darle golpes hasta tal punto de cubrirle el rostro con sangre.

-Se acabo, yo gano —Dijo de manera orgullosa mientras volvía a ponerse la corona.

-Un hombre como tú no tiene derecho a reinar, jamás habrá un mundo de paz contigo a cargocargo —Se puso de pie con las pocas fuerzas que tuvo y empezó a acercarse.

-¿Quieres pelear en el estado tan deplorable en el que te encuentras? Ya veo porque el príncipe Kai es tal alabado...

El rey lo empujó y le dio el último golpe dejándolo al borde de la muerte. Dándole el suficiente tiempo como para oír algunas palabras.

-Kai, si llegaras a verme en otra vida te aseguró que igualmente me aseguraré de acabar contigo.

-Eso es una promesa que no debes olvidar...

El rey agarró los cabellos rubios del principio y lo aventó contra la pared para finalmente destruir todo el castillo haciendo que este caiga en él.

-Felicidades Kai, tú Reino ahora es mío.

Ahora todas las tierras que pertenecían al príncipe Kai pasaron a manos del malvado rey Zyro que triunfo junto a su ejército.

(...)

-Si, ya escuche. Te lo encargo mucho —Colgó el teléfono —Es difícil saber cuando va a llamar.

Una pequeña niña se bajo de la silla luego de haber hablado por teléfono. Se recosto sobre el sofá y se puso a escribir algunas notas las cuales aparentemente eran parte de su tarea.

-Últimamente me piden muchos favores...

Dejó a un lado el lápiz y se levantó para ir a la cocina y tomar un vaso de agua pues el sofocante calor le quitaba alguna de sus ideas para escribir.

-Me parece que la acción de tomar agua es muy común hoy en día —Se escucho como un eco proveniente de afuera.

-¿Eh? —La niña se sintió atemorizada tanto así que dejó caer el vaso que había usado —Por lo poco que recuerdo no tenemos vecinos al otro lado del departamento.

Con algo de miedo tomó la escoba que había cerca de la entrada de la cocina y se aproximó a la sala con el pensamiento de que había un intruso en su hogar.

No estaba preparado para aquello pero debía proteger su territorio. La niña tenía en mente golpear al intruso y luego huir.

-Creo que oi mal pero aún así... —Tomó la escoba con más fuerza y la empuño en el suelo.

-No oíste mal, estoy aquí —Y el extraño apareció detrás suyo.

-¡Kyaaa! —Con todo el susto que tenía uso la escoba para golpear al intruso a más no poder.

-¡Oye detente! —Recibiendo los golpes trataba de calmar a la niña.

-¡Vete de aquí o llamaré a la policía! —Persistía con los golpes hasta que el extraño tomó la escoba —¡Hey!

-¡Me parece que es ya es suficiente! —Con solo apretar su mano rompió el objeto, suma facilidad para un extraño.

Se acercó a la niña y la miro algo molesto.

-¡No te me acerques!

-Haré lo que sea necesario... —Agachadonse logró ponerse al tamaño de la niña y se acercó a su rostro.

-¡Si tratas de hacer eso te recuerdo que apenas tengo 11 años y eso sería ilegal!

-¡¿Eh?! —Al oír tal declaración el no invitado se exaltó y se separó de ella —¡Claro que no haré eso! ¡No soy un pervertido!

-¡Si lo eres! ¡Pervertido!

-¡Ya deja de decirme así!

La pequeña aprovechó el descuido del sujeto y agarró el teléfono para marcar el número que la podría sacar de este problema.

-¿Policia?

-¡Oye no hagas eso por favor!

-¡Entonces vete de aquí!

-No puedo... Pero te prometo que no te haré nada malo... —Se puso de rodillas —Si te hago algo malo puedes sentirte libre de hacer lo que quieras...

La niña noto un poco de su sinceridad pero aún así no iba a darle tal confianza como para bajar la guardia por lo cual optó por una opción más aceptable.

Lo ató de brazos y piernas a una silla y lo mantuvo ahí hasta que respondiera sus preguntas.

-Bien, ahora dime quien eres y que haces acá.

-Eh... —Volteó su mirada —Sabes, sería más fácil responder si sueltas esa cosa...

-¿Eh? Esto no es nada —Decía mientras ponía en el suelo la espada que traía consigo —Al menos papá dejó buenas herencias... ¡Ahora contesta!

-Bueno, bueno... —Dando un suspiro procedió a aclarar las dudas de la pequeña —Mi nombre es Adonis, vengo de una tierra lejana conocida como "Mundo Hyperion". Sé que suena algo difícil de creer pero es la verdad.

-Hmmm... —Tomó la espada nuevamente y le hizo la siguiente pregunta —¡¿Y porque viniste aqui?!

-Eso es fácil de responder —La vió fijamente para luego responder —He venido aquí por ti, eres alguien especial... ¡Ahhh! —La niña le lanzo la espada al lado del rostro —¡Casi me matas!

-No me creeré nada de eso... A mi no me gustan los clichés.

-¿Eh? ¡Pero es la verdad!

-De ser así entonces me pregunto que pasará si le quito la vida a un habitante de esas tierras tuyas... —Dijo mientras ponía una sonrisa sádica.

-¡Esta bien calmate! He venido aquí por ti ya que eres una persona capaz de evitar el renacer de la nueva guerra Gamma.

-¿Guerra Gamma?

-Así es, ¡tú eres la reencarnación del antiguo príncipe de Japón!


---***---

Si han llegado hasta aquí significa que podría interesarles este nuevo proyecto que voy a realizar.
El último libro que haré aquí antes de retirarme de forma permanente.

Este libro marca el fin de la trilogía de Reencarnando en una Loli.
Y si han leído las 2 versiones anteriores es algo probable que Aiko y Natsuki aparezcan pero quien sabe, todo es depende del apoyo que hay acá.

Reencarnando en una Loli Deluxe EditionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora