ᴏᴄhᴏ

1.2K 111 37
                                    

—Dale boludo, no seas aburrido.—Decía Palacios, tratando de convencer a su amigo, pero éste se negaba constantemente.

—No, no tengo ganas de nada.—Contesta Vainstein con la mirada en el suelo.

—Pero esta fiesta es importante para mí, hacerlo por tu mejor amigo.—Dice Mateo haciendo un puchero.

mierda, mi debilidad. cosa que no me contuve ante eso y acepte.

—Bueno, dale pero solo voy un rato.—Respondo de malagana.

—¡Gracias!, vení hoy a las doce y media.—Habla el moreno despidiéndose con una sonrisa.

"Mateo siempre esta para mí, no puedo fallarle y ser un mal amigo"

Los días pasaron rápidamente, pero el dolor aún seguía, no sabia nada de aquel castaño de ojos azules desde entonces.
Quizás lo mejor era sacármelo de mi cabeza, ya que sabia que no le interesaba en lo absoluto.
para nada...

Como dijo Mateo "tenés que distraerte" y para mi suerte hoy Palacios me había invitado a una fiesta que organizó. ¿Seria buena idea? No sé, pero ya no podía faltar Mateo se enojaría.

[...]

—Dale wacho es tu turno.—Dijo aquel rubio teñido alentando a si amigo.

Éste toma el vaso en sus manos, lo acerca a su boca, bebiendo todo lo que contenía rápidamente. A lo que todos gritan tras el acto.

Y ahí estaba yo, en esa fiesta que no encajaba para nada. Dani, Mateo y Eduardo jugaban a quien se toma la bebida más rápido, cosa que me parecía realmente estúpido, y estos ya se encontraban ebrios.

—¡Dale Manu, es turno!—Dice Mateo dándome un vaso.

Éste se niega rotundamente, pero Palacios no se rindió hasta que su amigo acepte.

Todo se había descontrolado en aquel lugar, gente en el piso, colillas de cigarro por doquier, parejas casi garchando.
típica fiesta de adolescentes.

Me dirigí hacia la cocina, un lugar más tranquilo y más pacífico ya que mi cabeza explotaba.

Con la bebida en mi mano comienzo a recordar ese día, ese día que creía que me moría por aquel chico llamado Valentín... Que sentía que mi vida se derrumbaba lentamente...
Una angustia enorme se apodera de mí.

—Veni a disfrutar de la fiesta.—Se acerca una chica sacándome de mis pensamientos.

—No, acá estoy bien.—Digo automáticamente rechazándola.

Era una prima de Mateo, bastante atractiva, que desde que llegue me estaba coqueteando.
cosa que me importa muy poco.

—¡Llegue!—Se escucha lo lejos una voz conocida.

Era la voz de aquel pibe, no me podía equivocar.
Deje la bebida por un momento, quizás ésta ya esté causando efecto.

Pero al ver esa silueta acercándose a mí se me fueron las dudas, mi cuerpo empezó a temblar más aún al notar esa mirada fija.

—Hola Manu.—Interrumpe el ojiazul con una sonrisa.

esa hermosa sonrisa, la extrañaba tanto.

—Hola.—Me limito a contestar con la mirada en el suelo.

Sin más que decir los brazos de aquel castaño rodeaban el cuerpo del nombrado, formando un abrazo.

Paralizando lentamente el cuerpo de Vainstein, sintiendo las millones de sensaciones que le causaba el contacto con éste, dejándolo lentamente sin aliento...
Sin más que decir unas palabras salieron de aquel castaño.

—Te extrañé.—Dice el ojiazul en un susurro.

de pronto la angustia y el dolor se los llevo el viento...

—•—


¡Capítulo 8!
Espero les guste!
Espero seguir actualizando prontamente. Mil gracias por el apoyo!

By: @crazyshh

Se los quiere <3

qᴜɪᴢᴀꜱ; ᴡᴏꜱᴘʟɪᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora