"Después de la risa vienen las lágrimas"
"Gorda", "Periférica", "Obesa", "Fat Bitch(perra gorda)", "Cerdita", "Pelota de fútbol", "tanque" y "globo".
Esos son algunos de los tantos apodos e insultos que he tenido que soportar en mi escuela.
Mi nombre es Hazel y tengo dieciséis años, vivo en California con mis padres en una casa mediana y acogedora. Mi vida es algo complicada, verán, cuando vivía en New Jersey las cosas eran diferentes, ¿en qué sentido? pues no era gorda y era feliz.
Antes era flaca, no tan flaca como las molestas compañeras de clase que me ha tocado tener, pero tenía un cuerpo promedio. No solía comer tanto, pero desde que pasó el incidente todo cambió de forma radical.
Mi abuela Mary vivía con nosotros desde hace un año, la amaba mucho, siempre hacíamos todo juntas y me apoyaba cuando mis padres no lo hacían. Pero para mi mala suerte un día llegué de la escuela y recibí la horrorosa y terrible noticia de que mi abuela había fallecido por un derrame cerebral.
O sea, ni siquiera tuve tiempo para despedirme, me sentí tan mal y lloré muchísimo. Cuando pasaron los días empecé a sufrir de depresión y ansiedad, también empecé a comer mucho más de lo que debía.
No tenía ánimos para nada, no salía al parque a distraerme, tampoco visitaba a mis amigas Kendall y Josee. Solamente me quedaba en mi cuarto, algunas veces llorando, otras procrastinando y la mayoría comiendo.
Las cosas se tornaron grises y de repente mis padres me notificaron que nos mudaríamos a California porque ambos habían conseguido mejores trabajos, dijeron que sería bueno para que hiciera nuevos amigos y respirara aire nuevo, pero hubo una razón que ninguno de los dos mencionó pero ya todos la sabíamos, y era para dejar mi depresión y ya no pensar tanto en la abuela.
No objeté, total, tenía las emociones por los suelos así que no hubo inconvenientes por mi parte. Nos mudamos luego de tres días. No mentiré, California se veía agradable.
Al pasar unas semanas me estaba sintiendo bien, tanto, que hasta sentía que me estaba alejando de mi depresión; sin embargo, continuaba comiendo de más.
Un día Glozell y Dakota, las típicas chicas populares, se acercaron a mi y me dieron una invitación. Glozell dijo "Oh por Dios Hazel, habrá una fiesta super cool en casa de Dakota" "¿Y adivina qué? será una fiesta en la piscina, así que debes ponerte tu mejor traje de baño". Me guiñaron el ojo y se fueron para seguir repartiendo más invitaciones.
Al principio me lo encontré raro porque nunca antes me habían hablado y ahora me invitaban a una fiesta.
Por un lado, no quería asistir porque me sentía incómoda de que la gente me viera en traje de baño pero como mi amigo Sean decía: "Qué te valga un rábano la opinión de los demás, no tienes que avergonzarte de tu cuerpo, sólo sé tú y nada más".
Esas palabras me hicieron sentir segura, así que luego de que acabaran las clases llegué a mi casa y me probé varios trajes, me vi en el espejo y contemplé mi cuerpo, ya no estaba como antes, estaba muy gorda, pero en ese momento no le di importancia a mis pensamientos negativos. Me puse un short y una blusa de tirantes, Sean no asistió porque no le agradaban ese tipo de fiestas, comentó algo de que se quedaría en casa sólo estudiando o a lo mejor leyendo o escuchando canciones de Avril Lavigne.
Como era un hecho que no me iría sola, llamé a mi amiga Franchesca y juntas nos fuimos a la casa de Dakota. Estaba muy emocionada porque era la primera vez en que participaba en una fiesta de este tipo. Cuando arribamos en su casa, fuimos inmediatamente al área de la piscina donde muchos adolescentes se encontraban divirtiéndose a lo grande.

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Under My Skin
RandomEn esta sección leerán anécdotas o pensamientos frustrados, sombríos, profundos, agresivos, malcriados, íntimos, suaves, delicados, un poco felices y de superación. Estas son experiencias que le pueden suceder a la mayoría de personas y con las que...