Capitulo 4

8 0 0
                                    


- ¡Soldado Leonard! - Escuche el sonoro rugido de quien parecía ser la comandante Erza.

Habíamos subido bastantes pisos y no hacia mucho que nos encontramos varios guardias que custodiaban el edificio, aun así Leonard era muy hábil para evitarlos, pero aun así no pudo evitar la corta distancia que nos separaba de la sala de espera donde estaban la comandante y la presidenta (quien había llegado por arte de magia) y esperaban atentas a la descripción medica de la Dr. Weine, arriesgándose entonces a aparecer como si nada para que yo pudiese esconderme y así vigilar todo lo que ocurría.

- ¡Si, comandante! - Aclaro Leonard con un tono seguro y firme.

- ¿A que se debe tu intromisión en el edificio? - Pregunto con curiosidad mientras vigilaba alrededor - ¿Porque no estas en tu posición? - Asevero mientras que se acercaba peligrosamente a la camilla cubiertas por mantas, mientras que yo rogaba debajo porque no fuera descubrirme.

- Alguien en el exterior del edificio solicita permiso para entrar - Comento con una característica firmeza que yo realmente desconocía, no solo era atrevida sino también muy descarada.

- ¡Quien te crees que somos para negar un servicio tan importante! - Regaño la comandante con un grito que me hizo temblar - Déjalas entrar y que no atraviesen el cuarto nivel - Ordeno la comandante con un fuerte tono de mando.

- ¡Señora, si señora! - Exclamo Leonard con valentía y de inmediato se perdió de nuevo por la instancia, por la misma entrada que habíamos atravesado sigilosamente.

Fue entonces cuando escuche la puerta del una de las habitaciones del hospital abrirse abruptamente revelando la solida figura de la Dr. Weine quien se había acercado a el resto de personas expectantes por su dictamen medico.

- ¡La Comandante Leone, se encuentra estable y segura! - Comento con un tono armonioso y afable.

- ¿Que le habia sucedido Dr. Weine? - Pregunto curiosa la presidenta Regelia.

- Sufrió de una picadura mortal de lo que parece ser un nuevo espécimen de serpiente venenosa, su brazo comenzó a "morir" lentamente, Leone al conocer la situación, supongo que opto por amputarse su propio brazo y vaya que fue una decisión acertada, un poco mas y desconocería por completo de lo grave que hubiese sido.

"Ademas su cuerpo presento distintos tipos de síntomas que aun no puedo identificar por completo, pero su salud no peligra, sin embargo, tiene claros golpes de batalla, puede haber estado involucrada en una pelea, o en algo peor, ya que su cuerpo también revelo distintos tipos de quemaduras, no tan graves, y al parecer su estado inconsciente puede deberse a un fuerte golpe de cabeza, lo único que podemos hacer ahora es esperar a que despierte para comprobar que no haya pasado a mayores." - Completaba la Dr. Weine con suma tranquilidad.

- ¿No se sabe nada del grupo de expedición? - Pregunto con seriedad la Comandante Erza.

- Lo lamento, pero no tengo respuesta alguna de eso, solo tengo entendido que encontraron a Leone tratando de entrar por la puerta del este de Axalta - Declaro Weine.

- ¡Maldición! - Escuche decirle a la comandante mientras que se alejaba a observar la ciudad por la ventana.

- ¡Esto es definitivo! - Bramo de repente la presidenta Regelia - No debí dejar que la expedición continuara, pero no es tiempo para lamentarse, después de todo he tomado una decisión, ¡y es que el sector de Exploración e Investigación del exterior se disolverá por completo! ¡YA HAN ARRIESGADO SUFICIENTE! - Rugió mientras que yo me lamentaba por dentro.

¡No podía! ¡NO! (Pensé con fuerza, ¡esa decisión no estaba justificada!)

- ¿Esta segura presidenta? - Exclamo la Dr. Weine con sorpresa.

CIUDAD SECRETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora