NARRADO •25

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Bajé de mi cuarto lista para el desayuno, al entrar al comedor vi que mi padre leía una revista, se me hizo raro ya que el no suele consumir ese tipo de contenido, pensé que era de mi madre y que estaban revisando algún evento.

-Buenos días papá

Saludé animadamente a mi papá y al verme rápidamente cerró la revista y la puso del lado contrario a la portada, impidiéndole ver el contenido.

-Hija... Bue... Buenos días ¿Cómo estás hoy?

-Bien ya sabes, lo normal, pero... Que novedoso verte leyendo esa revista de mamá.

-Solo revisaba algunos eventos pasados que tu madre me insistió en ver.

-¿Y puedo ver de qué eventos se trata? Digo, por si alguno me interesa.

-No creo que sea el momento Caro, además son eventos aburridos y no creo que te agraden tanto. Anda ya está tu desayuno.

Justo en ese momento entro mi mamá con mi desayuno y no seguí insistiendo, tal vez era cierto lo que decía papá y solo eran eventos aburridos.

-Buenos días mi amor

-Buenos días mamá, parece que hoy todo será extraño-Dije señalando con la mirada a mi papá.

-Ya vez hija, algunas veces tu padre nos sorprende con cada cosa.

No dije nada y terminé mi desayuno. Salí de mi casa directo a la universidad como todos los días.

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Cuando llegue a casa todo estaba normal, papá seguía en el trabajo y mamá seguro había salido con Nathan a algún lugar.
Quedé de salir con Emilio, iríamos a comer sushi como todos los miércoles desde que acordó compartir mi tradición, entre a la cocina por un vaso de agua pero al entrar en el comedor vi la revista que leía papá en la mañana, me dio mucha curiosidad y la voltee, encontrándome con lo peor que pudieron haber visto mis ojos.

"La boda del año"
"Matthew Ferrer, distinguido por ser uno de los mejores y más jóvenes empresarios de la ciudad y Lilian Harper, hija de uno de los más influyentes empresarios de la ciudad decidieron unir sus vidas. En está edición nos cuentan todo sobre la próxima boda"

En la portada se podía observar una foto de Matthew y su ahora prometida, era linda, y sus sonrisas eran muestra de toda la felicidad que podían irradiar a kilómetros de vista, nunca podría haber sido como ella, el sonreia de una forma tan cinsera y creo que ahora sí este era el final.
Tiré la revista a la basura, no quería ver nada más, lo que ya había visto era suficiente para darme cuenta de lo estúpida que soy y ahora más que nunca estaba muchísimo más decepcionada de Matthew, si tenía alguna esperanza de que algún día volviera, eso ya estaba más que hundido, quería llorar pero no de tristeza, de enojo, de saber que esa pudiera ser yo pero que hice algo mal para hacer que el se fuera y me dejara, acabando con nuestros planes y con todo lo que se llevó a su paso.

Ahora entendía porque papá no me había querido mostrar la revista desde un principio, no quería verme sufrir más como si no hubiera sido suficiente lo que ya he llorado por el.

Querido MatthewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora