V. The Legend of the Rainbow

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Los personajes no me pertenecen, créditos a su respectivo autor. Disculpen lo ooc.

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V. The Legend of the Rainbow.

Algo cambia en él después de ese gesto, de ese beso, de esa calidez. Y a Tony no le gusta para nada el rumbo que pueden tomar las cosas, por eso decide ignorarlo.

A la semana siguiente, Barnes no se presenta a la reunión semanal. Sin embargo, él no se sorprende. Ya sabía, pues James le envió dos días antes un mensaje diciéndole que no asistiría. Siendo sinceros, eso es lo que menos le importa ahora a Tony. Ha estado durante toda la semana enviándole mensajes a Strange, sin recibir respuesta alguna.

Y lo más patético de todo es que está demasiado nervioso, demasiado angustiado. La reunión ya ha comenzado hace media hora y el siempre puntual Stephen no ha llegado aún y eso le pesa más que la ausencia de Barnes el día de hoy.

Tony está a punto de largarse de ahí, porque se siente como la mierda, pero algo le detiene. Strange entra a la habitación, como cualquier ser humano normal y no como el mago de oz que es, en silencio, intentando no interrumpir la conversación que se desarrolla ahí. Como es obvio, Tony rehúye de su mirada, pero él es más rápido. Strange se acerca lentamente hacia él y no necesita sentirse así ahora. No, gracias. Está agobiado, y su nerviosismo y sentimientos empeoran cuando escucha el tono de voz barítono de Strange cuando pronuncia esas fatídicas palabras: "Tenemos que hablar"

Ni siquiera le responde. No puede hablar, las palabras sarcásticas y de autodefensa tratando de evitar este tipo de situaciones que le secundan a esa frase, mueren en su boca. Y se odia por eso. Porque ni siquiera puede ignorar el hecho de que su corazón palpita frenético y sus ojos quieren escocer. De pronto la habitación es muy pequeña para tantas personas, y el mundo comienza a moverse. Es absurdo, piensa Tony, mientras trata de no caer a la ansiedad y al pánico que quieren llevárselo ahí mismo.

No sabe como lo hace, pero se calma, y la reunión se hace mucho más corta que cualquier otro día. Sus dedos se mueven solos hacia su teléfono, y no duda en escribir un: "Que bueno que no viniste." Mientras las personas van dejando la habitación, dejándolo solo poco a poco con Strange. "Nada nuevo ni nada interesante, ¡un calvario, Barnes!" y listo. Es el último mensaje que envía, antes de girarse a mirar a Strange que lo observa fijamente, escrutándolo con su intensa mirada camaleónica.

Dios, se hubiera salvado de todo esto si Banner hubiera venido. Pero no, ese desgraciado tampoco se presentó el día de hoy.

—¿Y bien? — dice él, simulando todo lo que lleva por dentro con una sonrisa. El más alto se acerca sutilmente en su dirección, con dos pasos, acortando ligeramente la distancia entre ambos. Nada bueno va a salir después de esto y Tony lo sabe.

—Es difícil para mi decir esto. — responde Strange. Sus ojos se encuentran suavemente enrojecidos, pero Tony lo ignora. El egoísmo de su propio dolor opacando aquel detalle.

—¿Qué cosa? — su voz suena tranquila, y es la mejor actuación que puede conseguir en estos momentos. Claramente es efectiva, porque la sorpresa en los ojos de su 'hermano' es notoria.

—Me voy a alejar de ti.

—Ya lo sabía. — Esas palabras no lo toman por sorpresa, la verdad. Por supuesto que él ya lo sabía. Era bastante obvio después de todo ese desaire por parte de su supuesto amigo. ¿Cuándo las personas van a dejar de desecharlo, así como así? Tony relame sus labios, ahogándose el dolor palpable de su destrozado corazón. El nudo en su garganta se mantiene intacto, y su serenidad también. A Strange le sorprende mucho ver como Tony es capaz de sonreír y demostrar tanta tranquilidad ante su confesión. Estaba esperando alguna respuesta mordaz, incluso sarcástica, el despecho, algo más mezquino que esto. —Entiende, ya lo sabía.

So far away from me / WinterIronWhere stories live. Discover now