Acá otra vez escrudriñando el por qué pese a todo lo ocurrido (pese a que me hayan traicionado muchas veces) sigo sintiéndome herida y es que las palabras no duelen, duele la actitud de la persona que las dice y eso duele más que mil puñaladas en el corazón. Porque la soledad es un claro referente de tu realidad en este momento.
18 de octubre del 2019