JaeBum ama a YoungJae | jjp

cuatro.

Los chicos habían salido ya de vacaciones. Todos habían decidido quedarse en su apartamento compartido y hacer actividades juntos... Algo que definitivamente no estaba en los planes de JinYoung.

-Me encantaría nadar con delfines contigo, Jin... Hey- pico el brazo del moreno-, ¿me estás escuchando?

-Si, Jae Hyung, también compraría ese ramen.

JinYoung estaba sumido en sus pensamientos. No esperaba la hora para irse a su habitación y dormir hasta el otro año.

-Jin... ¿qué rayos sucede contigo?- JB se sentía muy ignorado por su dongsaeng preferido.

-Yo...- lo miró directamente a sus ojos.

-¡YoungJae, ¿qué pusiste sobre tu cabeza?!

JaeBum fue hasta el menor, tratando de sacar aquel líquido viscoso del cabello de la pequeña nutria.

-... Estoy cansado- terminó por susurrar.

Jin corrió hasta su habitación y cerró su puerta con mucha impotencia. Tomó una almohada y la pegó a su cara, para así poder gritar tan fuerte como podía.

Los chicos no habían cumplido ninguno de sus planes. Habían pasado todo un mes dentro de la casa. Acostumbrados a no ver a JinYoung salir en ningún momento. Sólo podían sentirlo en las noches, llenando su botella con agua fresca y llevándose algunos snacks, pero no habían visto su cara, ni oido su voz, ni sentido su presencia a lo largo de aquel mes.
Estaban sumamente preocupados, en especial una persona.

-Debemos interceptarlo cuando vaya por comida- dijo YugYeom.

-Buena idea- coincidieron los demás.

JinYoung agradecía tener un baño para el sólo en su habitación. Así podía tomar duchas con tranquilidad y no esperar hasta altas horas de la noche para poder hacer sus necesidades.
Había bajado un montón de peso, y cómo no, si de lo único que se alimentaba era de agua, barritas de cereal y algunos potes de ramen.
Se sentía feo, se sentía una persona repugnante y mala. Sentía no mercer nada de lo que tenía, ni sus amigos ni sus ganancias. Estaba apunto de tirar la toalla. Todo por un amor no correspondido, qué patético.

Golpes en la puerta le hicieron detener su lectura.

-JinYoung, ¿puedes abrir la puerta? Traje waffles~.

No respondió. Le dolía rechazar de esa forma a Mark, pero él era una buena persona y las buenas personas no debían ser contamindas por gente mala, como lo era JinYoung.