Por su amor //Hades X Seiya||

Capítulo 6

Capítulo 6: Remember.

" El fuego quemaba cuando lo tocabas, los recuerdos también"

Después de guardar por completo todo lo que había encontrado fue hacia los de bronce y los miro se miraban bastante felices gracias a la reciente noticia. Saori solo sonrió y se removió en su propio lugar de la nada se sentía incómoda.

Luego de un rato la joven diosa y los caballeros de bronce llegaron al Olimpo viendo a todos sus compañeros que estuvieron muertos, los cuales los miraron un poco confundidos pero poco después unos pocos les sonrieron.

- Se que no solo nos citaste para esto, así que lo que quieras hacer hazlo ahora. - dijo Saori mientras miraba al hombre frente suyo el cual lucía una apariencia joven, era alto, rubio y de ojos azules.

- Eres astuta pero no es a ti, es al pegaso. Ven aquí. - con la última oración llamo a Seiya haciéndole una seña para que esté fuera hacia él.

Justo en ese instante la diosa retiró su mirada del pegaso y busco un lugar para enfocar encontrando a los Shōgun de Poseidón y a Julián junto con ellos.

- Pegaso, Hades y tú...... Bueno es difícil explicarlo.... Muy difícil - dijo Zeus atolondrado al no saber que decirle. - Igualmente tu y el Dragón marino....... Ah, porque todo lo relacionado con eso me cuesta tanto decirlo, más al recordar a... - lo pensó un momento antes de que un escalofrío recorriera su espina dorsal, erizandose.

De la nada tocó lo frente del pegaso con dos dedos y activó su cosmo. Su cabeza comenzó a doler y la tomo con fuerza, metiendo sus dedos entre su cabello y apretándolo.

- ¡AHHH!, ¡Duele mucho! - grito algo desesperado por el dolor demasiado intenso que comenzaba a distribuirse por todo su cuerpo. De la nada ya no sintió su propio cuerpo todo se volvio negro.

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Pegasus Rodorio, mejor conocido como Hipponos. El príncipe del mar tenía muy pocos amigos o ningún amigo, su hermano criss había dejado de hablarle hacia unos cuantos años, a sus 1100 años (11 años humanos) lo más similar a un amigo que tenía era Sölen.

Hasta que llegó Einoi.

El día que el llegó fue muy extraño, las malas lenguas dicen que se enfrentó a los siete shōgun y que les ganó e inclusive llegó a matar a uno, al vencer a los más fuertes del templo submarino los rumores corrieron rápido y pronto tanto cielo, tierra, mar e inframundo sabían de el nuevo Dragon Marino.

Esa misma noche en la habitación del príncipe apareció un oso de peluche. Y a la mañana siguiente un niño estaba debajo de su cama, media aproximadamente un metro y era de unos seis años. Tomo el osito al mismo tiempo que de su cabello salían algunas llamas azules, se volteo hacia el y pudo verlo a los ojos por primera vez. Era raro.

— Hola. Soy Eneas, pero no me gusta. Llámame Einoi. — Hipponos lo miro con curiosidad. Su voz era demasiado profunda y penetrante. Su mirada estaba vacía y sin vida, y parecía estar profundamente enojado.

— Hola, yo soy Hipponos. — Hipponos se señaló asimismo con entusiasmo mientras movía las manos. — Seamos amigos.

Einoi se quedó callado unos breves segundos como pensando. Apretujo el osito entre sus manos y dirigió su mirada al suelo.

— Si nos hacemos amigos, te arrastrare conmigo al infierno. — declaró con voz calmada sin mirarme a los ojos. Aquello sonaba drástico.

— Pero, vamos a seguir siendo amigos cierto.

Einoi trago grueso.