Pasaron toda una semana de luto por la muerte de la reina, nadie en el reino se sentía de humor como para estar alegres después de perder a su amada reina.
El rey se sentía devastado, perder a su compañera de vida lo hacia sentirse realmente mal a lo cual poco estaba saliendo de sus aposentos, pero no descuidaba sus deberes como rey.
Por otro lado, la princesa estaba recostada en su cama pensando, le dolía el saber que su madre ya no estaba. Le dolía pensar que ya no podría verla nunca mas, mas que en pinturas o en sus mismos recuerdos, pero no iba a dejar que la memoria de su madre le recordara amargura y tristeza; ella nunca fue así.
De pronto, el pequeño espejo que le dio su madre empezó a brillar, algo que alarmó a la rubia, pero reunió valentía y se acerco al espejo para después tomarlo entre sus manos.
—Holaaaa? Hay alguien ahí? — una voz empezó a salir del espejo haciendo que la rubia soltara un grito de terro; soltando el espejo haciendo que cayera al suelo. — Ay! Oye! ¡Ten mas cuidado! Si esto se rompe me las vas a pagar — Dijo la voz con algo de enojo por el golpe que se había dado.
—T-Tu..puedes hablar? — Lucy levanto el espejo con cuidado y se volvió a sentar en su cómoda cama, aun procesando sobre el que el espejo estuviera hablandole.
—¡Pues claro que te estoy hablando! —Lucy se fijo un poco mejor y vio como en el espejo se encontraba un chico, de cabellos rosados y alborotados, el cual vestía con un saco el cual solo tapaba su brazo izquierdo. Pero lo que mas resaltaba en el chico era que usaba una bufanda de color blanco perlado. —Bueno, supongo que empezamos con el pie izquierdo. Hola! Me llamo Natsu Dragneel y supongo que tu debes de ser la hija de Layla no es así? — Respondió el chico, con una linda y grande sonrisa en su rostro.
—Si, me llamo Lucy, es un gusto conocerte— Por alguna extraña razón, la sonrisa del chico estaba haciendo que la rubia perdiera todo rastro de tristeza haciendo que esta se volviera una alegría algo extraña; según ella.
—Bueno, supongo que ya sabes que tienes que hacer no? — Respondió Natsu con una sonrisa mientras se recargaba en la orilla del espejo.
—Emm..No, jeje en realidad aun no se que tengo que hacer —Natsu abrió sus ojos como platos, y gracias a esa impresion, término callendo haciendo que se perdiera de visita su figura. —Emm..Estas bien Natsu? — Lucy se empezó a poner algo nerviosa.
—¡¿Como es que no sabes que hacer?! Que Layla no te dijo que tenias que hacer— Respondió Natsu pegando su cara al espejo quedando de una forma, un tanto chistosa.
—¡Oye! No es mi culpa, ella nunca me dijo nada sobre esto. Acabo de enterarme que tengo que tengo que hacer una misión para poder convertirte en reina, ¡Así que no critiques! — La rubia agito el espejo haciendo que el de cabellos rosados chocara contra el espejo hasta que pidiera que parara.
—Y no te dio algo? Un papel? Una carta? Algo??— El pelirosa se sobaba la cabeza por los golpes que se había dado al chocar.
La rubia iba a responder, pero después recordó la carta que le dio su madre y la cual la tomó entre sus manos y la empezó a abrir con mucho cuidado
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Tʜʀᴏᴜɢʜ Tʜᴇ Mɪʀʀᴏʀ
FanficTʜʀᴏᴜɢʜ Tʜᴇ Mɪʀʀᴏʀ ʟᴜᴄʏ, ʜᴇʀᴇᴅᴇʀᴀ ʏ ᴘʀɪɴᴄᴇsᴀ ᴅᴇʟ ɢʀᴀɴ ʀᴇɪɴᴏ ᴅᴇ ᴍᴀɢɴᴏʟɪᴀ, ʀᴇᴄɪʙᴇ ᴄᴏᴍᴏ ʀᴇɢᴀʟᴏ ᴅᴇ sᴜ ᴅɪғᴜɴᴛᴀ ᴍᴀᴅʀᴇ ᴜɴ ᴇsᴘᴇᴊᴏ ᴀʟɢᴏ ɪɴᴜsᴜᴀʟ ɴᴏ ᴏʙsᴛᴀɴᴛᴇ, ɴᴏ sᴏʟᴏ ʀᴇᴄɪʙᴇ ᴇʟ ᴇsᴘᴇᴊᴏ sɪ ɴᴏ ᴛᴀᴍʙɪéɴ ᴜɴᴀ ᴄᴀʀᴛᴀ ʟᴀ ᴄᴜᴀʟ ᴛᴇɴᴅʀá ǫᴜᴇ ʀᴇsᴏʟᴠᴇʀ ᴘᴀʀᴀ ᴘᴏᴅᴇʀ ᴀʏᴜᴅᴀʀ ᴀʟ...