Se miraron entre si, sin palabras, simplemente sus ojos estaban conectados, después de un gran silencio voltearon a otro lado.
-¿Seguro que no será molesto el que me quedé?- pregunto nerviosa la gema.
-¿Como podrías causar un problema?- dijo el joven a su lado.
Steven se paró y extendió su mano hasta la nueva integrante, la ayudo a ponerse de pie y sin soltarla la llevo hasta aquella casa construida por su padre y gemas guardianas.
Se paró en frente de la puerta y miro su mano aún sujetando la mano de perla, sus mejillas se tornaron de un rojo intenso pero sin soltar su mano por qué adoraba la sensación de satisfacción que recorría todo su cuerpo.
La chica disimulaba su confusión por qué incluso ella adoraba ese calor que desprendía el simple hecho de tener sus manos unidas.
Pero de pronto la puerta se abrió dejando ver a una amatista con una sonrisa enorme deseosa de ver de nuevo a su antigua compañera. Ambos chicos se soltaron y la morada salto tirando a Perla en el suelo.
Perla la abrazo sin más, como extrañaba a amatista, como extrañaba todo lo que había dejado en la tierra.
-Como te extrañe Perla- decía sin querer soltar a su prisionera de sus brazos, cuántos años espero por ese abrazo tan reconfortante.
Garnet salió al igual que amatista con una gran sonrisa, como no tenerla, su amiga había regresado después de tantos años de no verla, lo único que quería era verla de nuevo.
Steven carraspeó obteniendo la atención de las gemas, garnet ayudo a poner de pie a perla después del término del gran abrazo que amatista le había proporcionado.
-Bueno supongo que ya se conocen, entonces evitó la presentación, ¿chicas puede quedarse en la sala?- dijo el chico de cabello negro.
-No es necesario, puede quedarse en su habitación del templo- dijo garnet con una sonrisa disimulada.
-Aún sigue existiendo aquella habitación a la cual me quedaba, yo no sabía que la habían conservando- dijo perla algo nostálgica.
-Rose dijo que la quitará pero nunca quisimos, sabíamos, bueno nosotras pensábamos que algún día regresarías y no estábamos muy equivocadas, pero Rose te extrañaba demasiado vivía en un dolor constante- dijo la fusión parada frente a ella.
Steven observo cuidadosamente la puerta donde las gemas entraban y dónde estaba la habitación de su madre. Hay estaba una estrella de cinco picos, cinco habitaciones, la de su mamá, amatista, dos de Safiro y Ruby y una sola habitación solitaria en el templo en la cual habitaba hace años una gema.
-Steven debes de estar cansado apenas hace unas horas despertaste de la batalla es momento de que descansemos todos- dijo garnet sin quitar la mirada de su antigua compañera.
El chico solo asintió y observo como cada gema entro al templo, hasta que solo quedó la de piel blanca. Ella observaba con tristeza el cuarto de su antigua líder, sonrió con nostalgia y entro a su habitación.
El muchacho subió las escaleras con dirección a su cuarto, se puso la piyama y se sentó en su cama pensando en aquella chica que no hace mucho conocía. Sentía algo que nunca cruzo por su mente, sentía que la necesitaba, quería que estuviera a su lado en este momento, como le hubiera gustado que estuviera sentada a su lado.
Volvió a observar la puerta y bajo despacio hasta llegar a aquella entrada, abrió la puerta de la habitación de su madre e ingreso observo por todos lados caminando en busca de la unión entre aquel cuarto y el resto del templo.
Seguía caminando sin saber el fin de la habitación, después de poco las nubes rosada disminuían y se encontró con una de los tubulares que llevaban a el corazón del templo, se deslizó sobre el, ni siquiera el sabía por qué lo estaba haciendo.
Cruzo todo el templo hasta que observo como sus pies descalzos sintieron algo frio, se dió cuenta que estaba en una habitación nueva, el suelo estaba cubierto con agua.
Continuo caminando hasta que encontró un delgado cuerpo en el suelo, se agachó a observar a la chica completamente dormida. Cómo adoraba todas esas facciones, le encantaba como se veía tan tranquila.
Observaba su rostro y continuo mirando su piel blanca, tan delicada que deseaba protegerla a toda costa, sus ojos no se satisfacían querían seguir mirando, sus sentidos se nublaron y quedo hipnotizado con tal belleza.
La gema se movió de lugar chocando suavemente su pecho con las manos de Steven despertando en seguida, se levantó del suelo sorprendida y observo a Steven sonrojado por el tacto que por suerte del chico ella no analizo el lugar del contacto.
-Yo, yo... Realmente lo siento, no quise despertarte- dijo el chico controlando sus sentimientos.
Perla lo miro un poco más tranquila, pero con una gran confusión.
-¿sucede algo?- dijo analizando la expresión de vergüenza del chico.
-No... Solo que...- no encontraba la manera de explicarle a su nueva compañera que estaba interrumpiendo su privacidad por qué sentía una inexplicable necesidad de tenerla a su lado -solo quería ver cómo estabas, ya sabes hace mucho que no estabas en la tierra- se escusa el joven.
-Ya veo, no te preocupes estoy bien- dijo completamente tranquila la de pelo rosa.
-Hablando de cómo te encuentras, ¿no te es incómodo dormir en el suelo mojado?- pregunto con curiosidad el chico.
-Te soy sincera... La verdad es que desde hace años he dormido así o incluso en peores circunstancias.
-Eso no puede ser, es tu primer día siendo libre de nuevo y no puedes dormir comodamente- exclamó Steven- si me permites, te mostrarte un lugar más cómodo para dormir.
La chica se quedó pensativa hasta que decidió aceptar asintiendo con la cabeza. El pelinegro se levantó y volvió a ofrecer su mano a la joven para guiarla y salir del templo, subió las escaleras junto con ella y nervioso señaló la cama.
-Esta es mi cama puedes dormir aquí, es mucho más cómodo que dormir en el suelo- dijo el chico.
-Pero es tuya no puedo privarte de tus pertenencias- comento la gema.
-No te preocupes yo te la ofrezco- volvió a decir Steven.
-Pero no puedo simplemente dejarte ir, esto no es de mi pertenencia.
-Entonces...- se detuvo por un momento- que tal si ambos nos quedamos hay suficiente espacio para los dos- dijo sonrojado.
-Yo...- dijo nerviosa Perla, pero sentía que realmente quería estar con él- está bien.
Ambos se recostaron sonrojados, pero el sueño comenzó a ganarles quedando poco a poco dormidos.
Continuara...
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(Pearlven) La gema perdida
RomanceEsta es la primera historia que hago de esta pareja comencé a leer esta pareja y pues me gusto conque yo veía a Perla más como la madre de Steven en esta caricatura y a Connie como su pareja pero cuando lo leí me gusto y pues a hora veo a veo más a...