Veía la nieve caer y cubrir toda la naturaleza que rodeaba este lugar; las montañas, los prados, árboles y la fuente del patio recreativo, todo se veía hermoso allá afuera ¿Por qué solía odiar el invierno? ¿Acaso nunca me detuve a admirar su belleza?. Tenía ganas de salir, sentir la nieve en mi cabello, quería sentirla derritiéndose en mi piel... pero sabía perfectamente que eso no iba a suceder, nunca nos dejaban salir cuando caía la nieve.Ya había perdido la cuenta de los días que llevaba aquí, incluso paré de contar los meses después de cumplir dos en este lugar. Sólo sabía que habían pasado muchos días ¿ya había pasado navidad? ¿Año nuevo? No lo sabía con precisión, aquí no habían celebraciones, ni decoraciones, y los colores que cubrían el lugar eran el color blanco y el azul cielo. El trato no era lo mejor, pero tampoco me podía quejar puesto que, al igual que todos aquí, podía sentir la desesperación que inundaba el lugar.
Las noches de insomnio eran lo peor. Escuchar los gritos de mis vecinos me impedía dormir, me causaba pesadillas y en mi cabeza se reproducía una y otra vez las imágenes de los sucesos que me trajeron aquí. Lo irónico era que otras noches extrañaba escuchar sus gritos, aquellos que para bien o para mal me hacían sentir menos miserable.
¿Dónde estará Loren ahora?¿Luna? ¿Me extrañarán? ¿Y Pierce?¿Me estarán buscando? No lo sabía, no tenía ni idea. Ya ni siquiera podía pensar con claridad. Lo único que se reproducía en mi mente era aquella fría noche, era como un bucle; reproduciéndose una y otra vez en mi cabeza.
El sonido de la puerta me hizo despertar de mi ensoñación, probablemente era la hora del desayuno y sólo venían para avisarme. Como siempre, la cabeza de uno de los enfermeros se asomó por la puerta e intentó sonreír de manera amigable. Yo sólo lo ignoré y volví a mirar la nieve.
-Tienes visitas este día -me avisó -Te acompaño.
¿Visitas? ¿Cómo era eso posible? nadie sabía que yo estaba aquí... ni siquiera mis padres.
Confundida asentí con la cabeza y abrazando mi cuerpo salí antes que él, caminé hacia el salón de visitas y me senté en el sofá negro que había en la esquina de éste esperando a que le permitieran entrar a mi visita.
A los pocos segundos lo vi.
Estaba acercándose hacia mí. Mi corazón dio un gran vuelco y mi respiración empezó a entrecortarse cuando estaba a un par de metros de distancia.
-Skyler -su gruesa voz penetró mis oídos.
Su cabello estaba despeinado, se notaba que recién se había quitado el gorro. Su abrigo estaba desabotonado y su camisa tenía los primeros botones desapuntados. sus gruesos labios estaban rojos por el frío, al igual que su nariz.
Su nombre salió de mi boca como un suspiro.
Y ahí lo confirmé.
Sí tenía que estar aquí. Sí tenía que recibir esos tratos. Si merecía estar medicada las veinticuatro horas del día. Si tenía que quedarme en este lugar.
Sí merecía quedarme y pagar por lo que había hecho.
ESTÁS LEYENDO
Lost Winter [PRÓXIMAMENTE] segunda parte de Hoppless Autumn
Novela JuvenilUna chica trastornada, indecisa y con un pasado complejo que intenta cubrir sus defectos con afecto del genero opuesto, pero...¿Hasta donde están dispuestos a soportar ellos? ¿O ella misma incluso? Skyler Waldorf se siente culpable por el fallecimie...