Capítulo I

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—Dos de tequila, por favor.
—¿Tengo cara de barman? No trabajo aquí—Le dice con tremenda sonrisa a la espectadora.
—¿Qué haces ahí entonces?—Pregunta ella con cara de pocos amigos y con tremenda sed— ¡Alguien que me atienda, joder!

El barman se acerca y le pregunta al chico que qué pidieron, él nervioso, le invita el trago a la chica. Ya la estaba observando desde lejos e intentaba acercarse, ¿Qué mejor manera de hacerlo?

Le sorprendió que le aceptase el trago, ya que se veía odiosa y con pocas ganas de entablar una conversación.

—¿Qué haces tan tarde por aquí?—Él se esperaba la respuesta más grosera viniendo de ella.

—Amigo, ¿Esto es un interrogatorio? ¡Otro!— Golpea el "caballito" contra la mesa para que el barman se ocupe de llenarlo.

—Cuide a su novia, ya la han querido echar por problemática—Le susurra el barman al chico, advirtiéndole —O realmente le irá muy mal...— Y se aleja de ellos a atender a otros.

—Oye, ¿Y si salimos de este lugar? Conozco uno mejor— Él intenta llevársela de ahí.

—¿Sí? ¿Cuál, tu habitación?— Dicho esto, se ríe estruendosamente y aplaude en sarcasmo—Vale, no tengo ningún problema en conocerlo.

A él se le escapa un pequeño ademán de sonrisa y la toma del brazo para poder sacarla de ese sitio tan odioso, el peor bar del pueblo.
Ella se deja guiar, quizás todo el alcohol en el cuerpo le nubla la razón o sencillamente la curiosidad le mata.

Él la rodea con un brazo para estabilizarla un poco y que no tropiece. Ella se queja un poco, puesto que nunca la han sacado así de un bar, y no quiere contacto físico con un humano.

—¿Podrías dejarme caminar sola? No estoy borracha, gracias—Ella se suelta de su agarre y da traspiés hacia el Uber que pidieron hace unos 5 minutos.

—Si, seguro, vas totalmente cuerda— Susurra él, y rueda los ojos.

Es irónico que estuviese de acuerdo con algo así, sabiendo el montón de violaciones que han ocurrido en los últimos meses.
Aunque, ella rechazaba todas las protestas y marchas de las feministas, o feminazis, como ella les denomina.

—Buenas noches, disculpe la tardanza—Se disculpó él con el chófer del Uber, tenían de atraso algunos 5 o 7 minutos.

En el trayecto hacia su casa, ella no dijo ni una palabra, y él solo revisaba su celular, de vez en cuando, le miraba para saber si aún estaba despierta. Ella no podía creer lo que estaba haciendo, su juicio estaba un poco más claro, y sentía que no debió de aceptar la propuesta.

—¿Algún problema si me arrepiento ahorita? Mañana tengo que trabajar—Mintió, solo estudiaba, e iba a pasar un sábado encerrada en casa, haciendo las tareas.

Él no iba a hacerle daño, simplemente quería llevarla a su casa sana y salva, una chica como ella no podía estar por ahí sola, ni mucho menos en ese bar...

—No, pero prefiero estés segura en casa— Le contestó con una sonrisa que ella no pudo ver.

Ella iba con la cara pegada al vidrio de la ventana, viendo los carros y las luces desvanecerse en la oscura y fría noche, sentía remordimiento por irse con él, pero también tenía mucha curiosidad de saber qué tramaba. Era excitante la idea de estar con un extraño, e ir a un lugar desconocido y peligroso. Su madre le había advertido de ello, pero nunca le prestó atención.

Ninguno quiso tener contacto físico con el otro, aunque él no dejaba de mirarle de vez en cuando y ella no podía evitar sonrojarse, puesto que ya estaba volviendo en sí, y sabía que no era adecuado estar con un extraño.

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⏰ Última actualización: Jan 31, 2020 ⏰

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