Carrera de Medianoche.
Reggio Emilia, Italia.
31 de diciembre.
– Estamos a unas cuantas horas de recibir a un nuevo año y la ciudad, no, ¡el país entero se prepara para ello! –tronó una alegre voz masculina por la radio.
Kojiro Hyuga no prestaba mucha atención lo que decía el locutor, ocupado como estaba en su entrenamiento diario. Cierto era que el Calcio estaba en la pausa invernal pero no por eso iba a pasarse las vacaciones descansando, no era su estilo. Así pues, el japonés se dedicaba a mejorar su equilibro corporal, siguiendo los consejos que le diera su antiguo preparador físico de la Juventus.
– ¿Qué harán para Noche Vieja, queridos radioescuchas? –preguntó el comentarista–. Déjennos sus comentarios en nuestra página de Facebook, ¡queremos saber qué planean hacer para la última y gran noche del año!
– Tengo una cita con una lata de Coca Cola –manifestó Hyuga, riéndose.
En Japón, Kojiro acostumbraba a ir con su familia en Año Nuevo a dar gracias al templo, a pesar de que eran tan pobres que el dinero no alcanzaba ni para rentarle un kimono a su hermana Naoko, pero era una tradición que todos realizaban año con año y que cuando él se mudó a Italia dejó de hacer por razones obvias: no sólo era raro encontrar un templo sintoísta en el país europeo sino que para Hyuga no tenía sentido realizar ese ritual sin su familia. Sin embargo, esa noche sí tenía planeado celebrar gracias a su amigo Iuliano Gozza, capitán del Reggiana AC: Gozza tenía un restaurante de comida italiana al que Hyuga acudía con regularidad y aquél le había avisado el día anterior que daría una gran fiesta para celebrar la Noche Vieja y que obviamente estaba invitado.
– Sé que la Navidad no tiene importancia para ti pero estoy seguro de que con el Año Nuevo es diferente –le dijo Gozza–. Además, no deberías de pasar esta noche solo.
– No quisiera importunar –contestó Hyuga–. Y no me molestaría estar solo pues aprovecharía para continuar entrenando.
– De ninguna manera, necesitas aprender a relajarte –rio Gozza–. Si no vienes, iré por ti y te traeré a rastras. La única manera en la que te disculpo de no estar presente es que tengas un plan mejor que entrenar.
Hyuga se vio presionado a aceptar a pesar de que no le entusiasmaba la idea de acudir a reuniones ajenas, pues Gozza no sólo era su capitán sino que también le había ayudado a mejorar su estilo de juego y había hecho todo lo posible para que Kojiro se adaptara a la ciudad y al equipo, de manera que éste consideró que al menos le debía aceptar esa invitación sin protestar demasiado. Muy tarde se le ocurrió al japonés que debió de haber viajado a Saitama para ver a su familia, pero el sueldo que percibía como futbolista profesional no le daba para realizar viajes hasta el otro lado del mundo con tanta frecuencia y Hyuga prefería guardar ese dinero para una emergencia real.
Tras lanzar un profundo suspiro, Kojiro le puso fin a su entrenamiento y apagó la radio antes de ir a arreglarse para la fiesta de Gozza. A las diez en punto, Hyuga estaba ya frente al restaurante de su amigo y fue recibido por la numerosa familia de Iuliano, la cual lo trató como un integrante más. Entre tanta comida y cánticos italianos era difícil no sentirse bienvenido, a pesar de lo cual Kojiro creía que le faltaba algo, aunque no podía definir qué era. No sabía si el ver a los miembros de la familia Gozza tan felices y unidos era lo que lo hacía sentirse incompleto o si acaso su mente le decía que en esa noche tan especial necesitaba de alguien más. Pasaban de las once cuando Takeshi Sawada le envió un mensaje preguntándole cómo se la estaba pasando en el Hotel De Angelis y Kojiro, sorprendido, le dijo que no estaba celebrando ahí sino en el restaurante de un amigo. Y lo que Sawada le respondió dejó a Hyuga en shock.
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Carrera de Medianoche [Captain Tsubasa]
FanficA pocos minutos de dar comienzo el Año Nuevo, Kojiro Hyuga se entera de que Maki Akamine está esperando por él para celebrar juntos la Nochevieja, por lo que él deberá emprender una carrera contrarreloj para llegar a tiempo a su lado. 'One-shot' rom...