C A P I T U L O U N O: la chica de cabellos dorados.

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Sentí algo frío en mi cabeza, acaso eso sientes cuando te mueres. Pude escuchar con dos voces, una de una chica decía que me encontraba un poco mejor de cuando me
encontraron. Fui abriendo poco a poco los ojos hasta encontrarme con una mujer de cabellos dorados y un señor regordete, vestido de doctor.
La chica me sonrió levemente e intente sentarme.

—quédate tranquilo — pidió — Aún estás débil
Hago caso y observo como el hombre, pone su aparato en el cuello y empieza a examinarme.

—Enfermera Edwards, cure las heridas del joven — la chica asintió.

—Claro, Dr. Evans — él hombre le sonrió.

—Has tenido mucha suerte hijo — me comenta y no comento nada. Al salir el hombre, quedamos en un silencio y observo como la mujer se voltea en busca de algo.

—¿Como me encontraron? ¿Donde estamos exactamente? ¿Quienes son ustedes?

—¿Eres muy preguntón siempre? — ahora ella es la que pregunta.

—Solo responde

—Y grosero

Corro los ojos.

—¿acaso no vas a responder? —pregunto nuevamente.

—te encontramos cerca del poblado, estamos en Kurdistán y somos sobrevivientes de uno de los atentados.

Asiento rápidamente.

—¿Eres americana? — pregunte observando su figura.

—Soy inglesa pero sirvo a los Estados Unidos — menciona con pena. No digo nada, puede que haya tensión entre ambos países, pero también viví muchos años en Inglaterra, allí vive ella y
mi pequeña. Si tenía una esposa y no se murió pero para mi desgracia todo el "amor" que prometía jurarme, se disipó o nunca lo sintió.

—¿tienes hambre?

—¿Por que salvaron mi vida? — pregunte.

—Por que estoy cansada— confiesa observándome con sus ojos azules.

—Yo también estoy cansado — concuerdo con ella y me regala una hermosa sonrisa que no puedo evitar sonreír yo también.

—Unos de los compañeros te encontró — me dice — estabas muy herido y hablando cosas sin sentidos, así que el Dr. Evans te atendió, eso fue hace cinco días, gracias a Dios estás bien.

—y a ustedes — le digo y ella asiente.

— iré por algo para que comas — avisa y se levanta rápidamente.

A los minutos regresa con una taza de algo, me brinda con una sonrisa.

—gracias

—de nada, ahora come y descansa.

Asiento y la observo marcharse.

Así que era real, la chica de los cabellos dorados.





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Le agradezco a todas el apoyo.❤️Gracias por leer, ¿que les pareció el encuentro de Zayn Y Perrie?

Prohibido enamorarse en la tercera Guerra Mundial|| ZERRIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora