Stay here with me

¿Estás a mi lado?

Era una tarde de calor inaguantable en el establecimiento y apenas avanzaban con la reconstrucción del lugar, era imposible hacer las remodelaciones con tan poco tiempo, pero el esfuerzo era lo importante.

Claramente trabajar en aquellas condiciones era estresante, en especial para Vaggie tratando de llamar la atención constantemente de su optimista pero torpe novia Charlie, que hace unas semanas se ha vuelto más fantasiosa y torpe que de costumbre, Vaggie la busca por todo el hotel, su paciencia se agotaba y el encontrarse con un semi desnudo Angel Dust en una de las habitaciones no fue para nada de su agrado.

Vaggie: ¡Oh que carajos! Ten decencia de al menos cubrir lo poco y nada que tienes por culo.

Angel: Wow estás tan cariñosa hoy, es casi como si no se notara que pierdes el control de tu vida.

Vaggie: No tengo ningún maldito problema que sea de tu incumbencia estúpida araña de jardín.

Angel: Tengo que admitir que tienes un encanto con ese ardiente carácter, dime que te trae a verme.

Vaggie: Escúchame solo, vine a preguntarte si has visto a Charlie hoy, no la he encontrado y tengo muchos papeles que debe firmar.

Angel: No la culpo de escaparse de todo ese aburrimiento, ¿cuando fue la última vez que estuviste de buen humor y no parecías una puta oficinista?

Vaggie: ¿Cuando fue la última vez que no te metiste en la vida de otros?

Angel: Hmmm supongo que en otra vida, pero estoy seguro que tu naciste siendo una jodida amargada.

Vaggie: Mira, es suficiente, no vine a perder el tiempo contigo, pero por todo lo que más quieras cubre esas indecencias.

Ángel: ¿Ah? ¿Ya te vas? Pensaba que te estabas quedando por la vista, se nota que te gusta porque no me has quitado los ojos de encima, no tengas vergüenza en admitirlo porque se que este cuerpo es fabuloso, deleítate.

Vaggie: ¡Ugh! 

Se escucha un portazo fuerte y la risa burlona de aquella habitación, Vaggie ahora aún más molesta esta que pierde el control con cada pisada que da se hace un estruendo por el piso rechinante de madera oscura al compás de como sus dientes se apretaban de la rabia.

Pero mientras tanto la encantadora rubia a la que tanto se busca está en el subterráneo del recinto, tarareando para sí misma tan risueña y con la mirada perdida como si sus pensamientos la hicieran soñar despierta con una alegría innata característica de su persona. Entre pequeñas vueltas se imagina bailando de nuevo como aquella vez que conoció a Alastor, quien ha ayudado a mejorar el hotel como se acordó, pero para la mala suerte de la risueña rubia no ha podido ver desde aquel entonces, la mayor parte del tiempo ha estado ocupada y las veces que puede encontrarse con su pelirrojo favorito es criticada por su territorial novia que al principio le daba la razón de desconfiar de él por sus acciones en el pasado, ahora no es peligroso para su hotel ni para sus amigos por ahora.

Charlie en sus pensamientos más profundos está empezando a tomarle cariño a este demonio tan extravagante aunque unas dudas acerca de sí misma la invaden, en eso ella deja de bailar y tararear quedando en un profundo y extraño silencio hasta que los ruidos de su amada la sacan del incómodo y triste momento en el que se dejaba invadir por sus inquietudes de sí misma.

Charlie: ¿Vaggie?

Vaggie: Aquí estas, por fin... escúchame no puedes estar dándote el lujo de perder el tiempo ahora nos tenemos que esforzar mucho para que el hotel no sea un caos total como todos piensan..Tienes que ver el papeleo y ver los problemas que hay en la estructura y..