Hoy, 9 de Diciembre, me atrevo al fin a escribir esta carta para ti y es que conseguir el valor suficiente para decirte esto que llevo escondiendo dentro de mí, ha sido muy difícil.
Desde que tengo memoria has sido parte de mi vida, no necesariamente porque tu lo querias sino que más bien porque era tu responsabilidad, sé que lo odiabas, siempre fui un jodido fastidio y la verdad yo también lo sentí así...tal vez sea porque siempre me lo recalcabas, quizás no con palabras pero si con tus actos, pero ahora eso se acabará al fin, no tendrás que lidiar con mis problemas o conmigo.
No te quiero culpar por la decisión que estoy tomando ya que no hago esto por ti, sino por mi, estoy cansada de todo y ya no tengo fuerzas para seguir luchando, para seguir intentando pertenecer a este mundo que día tras día me rechaza. Decido hacer lo que hago porque es lo único bueno que puedo hacer por mi.
Mentiría si digo que quiero que quedes con la conciencia tranquila, ya que la verdad es que te odio por todo el infierno que me hiciste soportar todo este tiempo, no solo a mí sino también a mamá y mi hermana, nunca fuimos como tu quisiste y nos culpaste por eso. Te fuiste y seguiste con tu vida sin importar las marcas que dejaste en mi, por eso ahora yo deseo que la culpa te consuma y que te des cuenta que tu tampoco fuiste el padre que yo necesitaba.
Perdon por no ser la hija perfecta, solo trate de ser feliz a mi manera.
Atentamente A.
