sᴇᴄʀᴇᴛ ᴀᴅᴍɪʀᴇʀ || ᴊᴏᴇʀɪᴄᴋ

N°5

En los últimos días Christopher estuvo muy pegado a Erick, controlándolo, solo para ver qué hacía. Estaba muy atento los movimientos de su amigo, para ver si, en algún momento, se le ocurría hacer una de sus notas misteriosas.

(...)

Al terminar la clase el dúo se dirigió al receso, ambos charlaban mientras caminaban por un amplio pasillo con un par de personas en su alrededor, entre ellas, él.

Joel.

Erick, sin poder disimular, se le quedó viéndolo. Estaba totalmente hipnotizado por aquella figura. Joel, percatándose de la mirada fija en él, respondió con una pequeña sonrisa. En aquel momento el ojiverde se sentía en un espacio únicamente destinado para ellos dos. Él, y Joel, su Joel.

Aunque para el rizado haya sido una sonrisa amistosa, para el ojiverde fue un momento único y maravilloso. Fue la primera vez que él notaba que existía.

Esa sonrisa se convirtió en un mundo para el menor.

Al instante, una necesidad de hacerle saber a Joel todo lo que sintió en aquel momento surgió, pero había un pequeño problema; Christopher.

—Oye amigo, te noto algo extraño— anunció el castaño. —Te sientes bien?

—Si, si!, estoy bien— respondió. —Sabes, tengo que ir al baño.. Tu ve yendo a la cafetería y yo te alcanzo —continuó dándose rápidamente media vuelta.

—Okey, pero dame la mochila.. —pidió Chris.

"Mierda, mierda, mierda!" —pensaba Erick, no sabía como salir de esa.

—N-no.. Es que tengo cosas..—dijo.

—¿Cosas?, ¿Qué clase de cosas más que libros y carpetas? —preguntó el castaño, Erick se quedó callado pensando una buena respuesta.

—Cosas.. dee.. Higiene personal! Si!— respondió seguro, con una pequeña sonrisa en la cara —Así que si me permites... —dijo sin dejar hablar a su amigo, ya que se dirigió rápidamente al baño.

Ya dentro de uno de los cubículos del baño se encerró. Tomó un papel, su clásico bolígrafo color azul y empezó a escribir.

" Me sonreíste. Wow, ahora ya sabes que existo. Cada día me doy cuenta cuanto me encantas, Joel.
Eres tan bonito.
Mis ganas de correr e ir a abrazarte y decirte cuanto te amo son grandisimas. Pero sería una locura.
Todos se burlarían.
Mi idea es que, por ahora, no tengas idea quién soy.
Eso me mantendrá seguro.
Por el momento me conformo con nuestros pequeños encuentros, especialmente el de hoy. No tienes idea como me alegraste el día, Joey"

Att:
Tu admirador
secreto.

Al terminar de escribir dobló el papel para luego guardarlo me su mochila, abrir la puerta, e irse.

Salió del baño con cuidado para que su amigo no lo vea, se dirigió a los casilleros y comenzó a buscar.

"99"

El casillero de Joel.

Rápidamente, al encontrarlo, colocó la carta dentro del compartimento y se alejó. Así completando otra victoriosa misión.

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