||◾Fase I◾||

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Título: El libro de las almas.

Personajes: Midoriya Izuku, Todoroki Shouto. Mención de: Shinsou Hitoshi, Kaminari Denki, Ashido Mina, Uraraka Ochako y Bakugo Katsuki. Breve aparición de: Midoriya Inko.

Shipp: TodoDeku (Leve).

Anime: Boku No Hero Academia.

Advertencia: AU (sin Quirk, existencia de entes demoníacos), Leve Ooc, cambios de narración (no muy marcados).

Cantidad de palabras: 3034 palabras (sin contar ficha y nota)

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Todas y cada una de las personas en algún punto de su vida, habían escuchado lo peligroso que era hacer un trato con un demonio, era la escencia de hacer un pacto con el mismísimo Satanás.

Pero había personas egoístas, escépticas que aún así lo hacían para ganar a toda costa pensando que aquellas maldiciones no eran más que mentiras o que simplemente no los podrían alcanzar. Sin saber el error tan grande que cometían.

Aunque también habían personas buenas, llevadas por la desesperación y necesidad de cumplir sus más profundos anhelos sin llegar a importarles los riesgos.

Suspiró mientras pegaba la siguiente fotografía en el libro. Él mismo había caído un pobre diablo desesperado por un deseo.

—Bien hecho Midoriya Izuku, solo falta un alma para que tu deuda sea saldada —dijo una voz de ultratumba, logrando que un escalofrío recorra la espalda del peliverde.

El demonio que había hablado le sonríe de forma sombría, enseñando sus afiliados y podridos dientes antes de que una niebla color vino lo cubra, desapareciendo así de la oscura habitación.

Midoriya cayó al piso de rodillas sin poder contener por más tiempo las lágrimas que se aglomeraban en sus ojos, sollozos escapaban de lo profundo de su garganta, y la culpabilidad lanzaba arañazos en su interior.

Llevaba más de un año haciendo ésto, más de una docena de almas condenadas por su causa y aún dolía como la primera.

Lo había hecho de nuevo, había robado el alma de una persona para entregársela a un sangriento y pecaminoso demonio.

La culpa lo estaba destrozando por dentro.

Y es que no era para menos, le estaba arrebatando la vida a personas, o al menos las ganas de vivirla, siendo que el alma era aquello que nos hace tener sentimientos, emociones y sueños. Ya que sin el alma no seríamos más que una cáscara vacía.

Aunque esas personas no eran inocentes, él no era quien para juzgar a nadie, mucho menos después de aquellos actos tan atroces que había cometido.

Todo por aquel deseo.

Y sí, aunque haya noches en las que el insomnio le gana a causa de las pesadillas, no se arrepiente de su deseo.

Si hubiera existido algún modo distinto para cumplirlo lo habría hecho. Pero sólo encontró está forma, haciendo un trato con un mounstro del Averno para curar a su madre enferma.

Se limpió las lágrimas con violencia, mientras se levantaba del suelo y caminaba fuera de aquella vieja casa abandonada en la cual entregaba sus recados al demonio.

Volvería a hacer ese trato, sin dudar, aunque tuviera que entregar su propia alma a ese ser del infierno, lo haría para salvarla.

Pero aquella criatura de las tinieblas no deseaba su alma, decía que era demasiado pura e inocente, un simple niño en cuerpo de adulto, muy poco apetecible para un demonio de su clase.

•Birds• |⚜Battle Of Letters⚜|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora