El weon distraído

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(Por una wea rara el cap 2 se volvio el 1 y el 1 se borró asi que tuve que anular la wea de publicación)

E

l chileno se encontraba en la comodidad de su hogar, aún atrapado en las redes de morfeo, este fue interrumpido de su plácido sueño por una voz que se emitió  de por detras de la puerta, la voz que al parecer era la de el familiar del chileno, con un leve tono del típico padre sobreprotector y pequeñamente descuidado, como siempre trataba de no hacerle muchas molestia a su hijo menor, ya que aguardaba el tono de una madre tímida por muy debajo.


-- Chile, me voy a adelantar, más te vale no faltar hoy... -  El chileno se levantó,  de un salto de la cama, no podia desobedecer aquella orden, el mapuche, el cual era su padre/madre, aparte dar miedo, era uno de los pocos profesores de aquella institución a la que iba el chico del parche.

-- Vale, oe' ¡apa'! ¿hoy hay prueba de geografía? - Preguntó el chileno, aun vavilante, tratando de mantener el equilibrio  sujetándose con las yemas de los dedos, de la mano izquierda una pequeña mesita de noche, la cual, estaba a un lado derecho de la cama.

-- Yo que voy a saber, Preguntaselo a Japón él es el profesor de geografía, yo soy solo el profesor de ciencias naturales. - El indígena planteo cortante, el chileno masculló en un susurro pues se habia mareado.

-- Chucha... - retiró  sus palabras negando con la cabeza, quitandose aquel mareo casi infernal, comenzó a vestirse, poniendose aquel uniforme que la mayoria de su curso llevan, se estaba abrochando el pantalón cuando quizo molestar un poco a su padre.

-- Deberias saber, de todos modos el profe Japón anda detrás tuyo,  demás te dice una cuenta una wea del colegio. - No obtuvo respuesta, su padre ya se habia ido, el chileno suspiró con alivio.

-- menos mal y mi vieja se fue, si no, que custion me habria hecho... Pfffft. - Río al pensar su castigo aun que sabe que se lo merecía, la cara de su padre seria un tesoro, pronto comenzó  a divagar mientras se vestía, como de costumbre una vez terminó se dirigió a la puerta, y miró a la cocina y vio un pan con palta y una cajita de jugo con una pequeña nota.

" [ si crees que me iba a quedar para escuchar  tus comentarios sobre el profesor Japón , creeme que no me conoces , cómete esto y vete rápido al colegio, y no, no tienes prueba al meno hoy] "

-- Nanai mi vieja, si igual me quiere. - Agarró el pan y el jugo sonriendo enternecido, casi no veía actos así de atentos de parte de su progenitor, y esto le alegró el dia, comenzó a irse, en el camino se los comió,  se le veia feliz, pues los comía con una sonrisa amplia de felicidad y el paso tranquilo, aun le faltaba una hora y media para que la campana de la escuela tocase.

-- ¡CHUCHA! - El chico exclamó, ya a un metro de los primeros escalones para llegar a la escuela, se habia enterado de que su espalda estaba demasiado liviana, visualizó su error, vió la mochila tirada en la mesilla de noche en la cual cuando se apoyó sin querer la tiró y no se dio cuenta, corrió a su destino, la caminata lenta lo había retrasado un montón, unos 20 minutos para ser optimistas aunque para ser realistas fue un poco mucho más que eso unos 34 minutos si somos exactos, el chileno corría a su casa y demoró 22 minutos en llegar, aquella larga maraton, que para el chileno fue casi una eternidad aun no terminaba, pues apenas tomó la mochila se tuvo que ir nuevamente, corriendo, como fue obvio, el chileno, ya fatigado pero sin dejar de correr, llegó a la escuela con un tiempo de 31 minutos, pues se habia caído y tenia una herida visible en las manos.

-- ah... weon, toy llego, por la chuchaa... - Estaba corriendo por un pasillo, su meta era llegar primero que su amigo, México, estaba tomando un atajo por el gimnasio y se encontraba en la entrada aunque en su caso era la salida de este, cuando ve al ruso dirigiéndose a dentrar en ella, el chileno lo queda mirando, no paró el paso, el ruso también volteo la mirada para verlo, el chileno casi hipnotizado, no se dio cuenta y pues se estampó contra la puerta y cayó torciendose el pie.

-- ¡Chile...! - El ruso se sorprendió y tomó  al chileno en un reflejo, antes de que tocara el frío cemento con puntas de suelo de aquel piso, lo apego a su cuerpo protegiéndolo, por mero instinto,  el chileno no respondia, veia todo borroso se habia aturdido por el golpe y era victima de un derrame nasal también secuela del golpe.

-- ¿Chile? Chile, responde, por favor. - Lo agitó levemente, el ruso estaba muy preocupado, y fue próximo a cargarlo para llevarlo a la enfermería, efectivamente eso hace.

La historia (ruschil y demás )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora