-Debes estar bromeando - le dijo Gia a su ahora embobado amigo mientras le pasaba la mano frente al rostro. - ¿Sabes que hay un charco de baba bajo tus pies?.
Una risita se escapó de sus labios sin poder evitarlo. Estaban apoyados en una de las barandillas que separaban a todos los asistentes del desfile que se celebraba cada año en honor a los fundadores, y Elian observaba con la boca abierta el carruaje (porque no había otra forma de llamarlo, incluso iba jalado por unicornios) que pasaba justo frente a ellos.
-Sólo mírala Gia, es hermosa - le respondió él y podía ver cómo le brillaban los ojos mientras lo hacía.
Elian, el mejor amigo de Gia Tassone prácticamente desde la cuna, llevaba años enamorado de la princesa Narayana, aunque en realidad no era una princesa. Gia solía pensar en los gobernantes del pueblo como si fueran una monarquía, al menos su comportamiento indicaba que eso eran. Se suponía que la organización política de su pueblo estaba basada en dirigentes amigos, en justicia y bondad; para la mayoría del pueblo esos ideales se seguían respetando, pero Gia no era tan partidaria de esas creencias, a veces podía notar los restos de oscuridad que dejó aquel capítulo de pasado.
Su abuela solía contarle historias sobre Angus y Deirdre y su forma de gobernar, a pesar de que ella era muy joven cuando murieron recuerda que siempre fueron bondadosos, amables y justos con todos los miembros de pueblo, y que los guiaron y enseñaron a respetar la magia y a la fuente, antes de que desapareciera claro. Algunas veces, cuando Gia miraba a Narayana, la nieta de Agnus y Deirdre, sentía un escalofrío recorrerle la espalda y no sabía por qué. Tal vez porque su actitud era muy parecida a la de una princesa vanidosa y no a la de una gobernante bondadosa y justa, sin embargo, todo el mundo parecía adorarla. Era hermosa sin duda, aunque usara unicornios como método de transporte sabiendo que existían sólo unos pocos en todo el mundo.
-¡Oh vamos! -Exclamó ella exasperada. - ¿Quién usa unicornios en la actualidad?.
-No seas una amargada, Gia -contestó él y giró su cuerpo hacía ella. Ya había pasado el carruaje y no había nada más que le interesara ver en ese desfile. - Si yo fuera la única persona en Antalya que posee unicornios también los usaría en un día festivo como este.
Él le dedicó una dulce sonrisa y le rodeó los hombros con su brazo para sacarla de ahí. Elian era lo suficientemente alto para que ella tuviera que levantar la cabeza para mirarlo, a pesar de que era una chica más alta que el promedio. Se tomó un momento para estudiarlo mientras caminaban a un lugar con menos personas.
Había cambiado mucho en los últimos dos años, Gia siempre fue un poco más alta que él, pero de un momento a otro ya no. Elian era al menos 20 centímetros más alto, se había dejado crecer el cabello, que era de un tono castaño oscuro, y la verdad es que la forma en que sus rizos alborotados se acomodaban alrededor de su cabeza le sentaba bastante bien. Había ganado masa muscular y se le veía fuerte. Lo que era mejor y la parte favorita de Gia, había mejorado muchísimo su estilo al vestir.
- Me estás mirando mucho, otra vez - le dijo él sacándola de sus pensamientos. No estaba incómodo o molesto, sino divertido. Sabía que a Gia le impresionaba su cambio, y también sabía que ella era capaz quedarse viendo a cualquier cosa y no estar pensando en nada. - ¿En qué estás pensando?.
Ya habían llegado a uno de sus lugares favoritos, un montón de rocas grandes sin orden en la entrada del bosque, casi nadie se acercaba ahí y les gustaba porque podían sentarse y platicar por horas sin ser interrumpidos.
-En que eres muy bueno para alguien que no sabe valorar a los unicornios - Le respondió Gia con una pequeña mentira y se separó de él para sentarse en una de las rocas más altas.
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Antalya: El secreto de la fuente.
FantasíaAntalya es un pueblo mágico secreto que le ha salvado la vida a muchas personas, pero también ha guardado oscuros secretos durante muchos años. Cuando Gia conoce a Matías y Marie, unos gemelos que parecen ser su perdición y al mismo tiempo su salvac...