9 ~ Dn't

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What the fuck


Observaba atentamente a las delicadas facciones de su rostro, creyó nunca antes haber visto una cara tan descuidada y tan perfecta al mismo tiempo. Lo tenía hipnotizado, podría decir ahora que coma caca y no le importaría.

No estaba pensando, solo estaba mostrando sus sentimientos a través de la música, y en ese momento se sentía al descubierto, como si con tan solo ser visto revelaría todo lo que ocultaba que ni el sabía con exactitud.

Las facciones de Tweek simplemente le parecían arte, que había salido de alguna pintura, su cuerpo delgado, su piel blanca salpicada con pequeñas pecas, casi imperceptible para alguien que solo mira superficialmente la obra, los detalles son lo que da magia en cada óleo.

Ese momento fue relajante para ambos, Tweek escuchaba atento mientras veía como los dedos del azabache recorrían las cuerdas de la guitarra, la música siempre fue algo que lo mantenía con paz, y aquella melodía, lo hacía sentir seguro, casi diciéndole que todo estaría bien.

Pequeños aplausos se escucharon al segundo de silencio en el vacío local — Hermoso — pronunció el rubio con delicadeza.

•••

Craig

Daba de vueltas en mi cuarto, ¿Qué había sido todo eso? Eran muchos sentimientos para procesar uno a uno.

— Mierda. — repetía a cada vuelta que daba por la habitación, me hacía idea de lo que podía significar, y para ser sinceros..

Me aterraba.

Pero no dejaría que el miedo ganará.

Yo no era un cobarde ni un marica, al menos no lo era en sentido de no actuar ante el miedo.

Miles de cosas pasaban por mi cabeza,  analizando las cosas que viví junto a mi tierno amigo.

Amigo.

No era la primera vez que esa palabra sonaba extraño tratándose de Tweek, me recosté hundiéndome en un mar de suposiciones y recuerdos, revise mi galería, tenía fotos del rubio, entonces recibí todo como una bofetada. No lo podía seguir negando, eran muchas cosas las que me llevaron a pensar en aquello, y si, al fin dejaría de ser un idiota.

Me gustaba Tweek Tweak. Sí, ese chico de pelo rubio, aquel que no paraba de temblar por tanta energía que proporcionaba su cargado café. Aquel chico que pareciendo tan débil -casi como un pequeño muñeco de porcelana- te podría patear el culo sin problemas.
Aquel rubio, que me traía como su pendejo todos los días, aquel que tenía un increíble talento para mil cosas, aquel que con solo sonreír me derretía.

Cada centímetro de su delgado cuerpo, cada parte de ser, su personalidad, aquella voz chillona, esos ojos azules como el mar, cada rubio cabello.

Era verdad, adoraba a Tweek Tweak.

•••

A la segunda llamada, me rendí. Si no respondía estaba ocupado, igualmente me arrepentí de cada letra que escribí en esos mensajes sobre lo que sentía.

Borré los que tenían la confesión, eran muy largos y cursis. Si me llegaba a declarar, ahora estaba seguro de que por mensaje no sería.

Pero, la realidad me golpeó una vez más.

Mis ojos se cristalizaron, un nudo en mi garganta me hace soltar un quejido, sentí mi cuerpo temblar, me di cuenta de que seguramente no le gustaba a Tweek, y es que ¿Cómo? Si solo hacia tonterías a su lado como amigos, para el era muy especial nuestra amistad, no quería arruinarlo.

Teatro | Creek [REMODELACIONES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora