| | Margaritas, Margaritas | |

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“Margaritas, margaritas colocadas sobre tu frente,

Oh, cariño mio, últimamente sé

Que yo te besaré cada noche.

Tú me dirás al oído;

'Oh, estamos enamorados, ¿verdad?’

Las manos sobre tu pelo, tus dedo y pulgares, bebé

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Arreglo un poco su suéter de forma nerviosa y miró la hora dándose cuenta de que aún era muy temprano, suspiro por su tonta forma de actuar, reprendiéndose mentalmente ante ello. Sin ganas se estiro, cual felino, en el sofá beige de su sala, esperaba ansioso el momento en que cierto pelirrojo llegará a tocar su puerta, Canadá y él habían quedado en tener una cita esa misma noche, dejando como claro resultado a un ucraniano muy nervioso.
Cuándo la puerta por fin fue tocada, Ucrania dio un salto en su lugar y, con total emoción, abrió la puerta para así recibir al canadiense, quién sostenía un ramo de rosas, rosas hechas de papel y pintadas a manos, el rubio miró al otro confundido ante ello, pero sólo río suavemente.

——— Quería darte un ramo con flores reales, sí, pero. .—— Dijo mientras sentía sus mejillas arder y las palabras abandonarlo. —— No podía correr el riesgo de que te enojadas conmigo por cortar rosas de verdad y sólo me quedo hacerte unas propias. —— En un momento de torpeza, puso las "flores" muy cerca del rostro ajeno. —— No te enojes, por favor, las hice lo mejor que pude y por eso tarde.

Ucrania miró con sorpresa al mayor, luego vio el ramo, sonrió tranquilo, con dulzura y tomó el regalo dado por el contrario para mirarlo mejor, se sentía realmente querido cómo para que el otro ocupase parte de su tiempo haciéndole éste tipo de detalles. Canadá observó con atención (y claro nerviosismo) las acciones del europeo, quedando helado al recibir un beso de sorpresa.

——— Me encanta, realmente me encanta, es una de las cosas más lindas que hicieron por mí. —— admitió aún con la mirada en las flores, más después de un tiempo levanto la vista, dejándola fija en los ojos miel del americano. —— Pero nunca me molestaría si cortarás o no flores, estoy bien con lo que decidas. Además, uso coronas de flores. —— Señaló sutilmente la corona hecha de margaritas que posaba en su cabeza. —— Seria hipócrita de mi parte si me enojara contigo ¿no crees?.