to me. taegguk.

cuatro.

ggukie decidió respirar un poco más con calma, quizá esa sería su solución para el color de sus mejillas, se encontraba realmente concentrada en esta hipótesis y su ejecución como para notar que tae le mostraba una de sus boxy smiles* de una manera discreta, para el momento en el que la chica se calmó un poco llegó mimi con la orden y repartió los platillos, deseo buena suerte a ggukie de manera discreta y se retiró.

taehyung tomó sus cubiertos junto a una porción de su spaghetti y se frenó antes de llevarlo a su boca.- ¿que pasará si no es de mi gusto? - dijo fingiendo ser algún comensal de comida italiana.

uh, ¿le das más propina a la mesera? - masculló ggukie como respuesta antes de soltar una risita muy tierna, taehyung se sintió como el hombre más afortunado, pues esa risita la había provocado él, por lo tanto era para él.

vació el contenido de su tenedor en su boca para luego degustar la muestra del platillo y después de haberlo ingerido abrió la boca como si fuera a dar su veredicto final. sin embargo no lo hizo dándole la pauta a una curiosa ggukie lo observaba, pero este se mantuvo en silencio intentando no reírse de la situación en la que ggukie se encontraba.

¿y?, ¿que tal estuvo? - preguntó ocultando su impaciencia y fallando un poco en el intento.

lamento informarle, señorita ggukie, que la mesera no recibirá más propina. Una lástima que me haya gustado tanto el trabajo del chef.- continuó fingiendo su rol, siendo muy sincero en la respuesta, le había encantado el sabor de los alimentos.

yo sé hacerlos.- dijo sin ninguna razón específica siendo lo más valiente que podía en un momento así, aunque esta valentía se vió frustrada al momento justo en el que lo vió a los ojos, se volvió tímida y pequeña.

hazlos para mí algún día, ggukie.- susurró el mayor luego de acercarse más a la chica, la misma simplemente pudo sonrojarse violentamente y asentir, fue así cómo continuó la cena, con taehyung siendo un poco descarado al coquetear con la chica, mientras ggukie se sonrojaba y dejaba a taehyung hacerla sentir pequeña, le gustaba demasiado.

al acabar, cuando el reloj de la cafetería apuntaba las diez horas y treinta minutos de la noche, los meseros se encontraban limpiando lejos de la bonita pareja, y estos terminaban de agradecer a mimi para levantarse e irse.

taehyung abrió la puerta para la menor y salió tras ella, sin embargo se deshizo de su cardigan color azul negro para brindárselo a la misma, pues el frío que se apoderaba de las bonitas calles de seúl era aterrador. Ggukie lo aceptó tímidamente.- ¿sabes?, esto no es un cliché de hollywood.- susurró sonriente, había dejado un poco de lado su timidez solo lo suficiente para poder hablar.

¿acaso no podemos ser una pareja de hollywood? - soltó sin pensar taehyung cuando entraban a su auto, no supo el peso de sus palabras hasta que ggukie agachó su cabeza y acarició sus manos una contra la otra, ¿que has hecho, taehyung?, se preguntaba una y otra vez el mayor.

¿usted? - masculló tímida la menor pero frenó el camino de sus palabras, era obvio que él no estaba interesado en ella, seguro mal interpretó sus palabras, eso era todo.

¿que pasaría si así fuera? - dijo un poco más grave mientras se acercaba para quedar cerca del rostro de la chica pues no podía verla bien.

¿él podía leer su mente?, era la única forma de que supiera lo que ella pensaba con tanta concreción, ¿o lo mal interpretó de nuevo?, dios, estaba tan enojada con ella misma por ser tan tonta, ¿que tal si contestaba y él no se refería a lo mismo que ella?, quedaría como una tonta. Taehyung esperó respuesta de la menor más no la obtuvo, entonces volvió a hablar.- sé que no puede sonar bien, estoy casado y soy mayor pero carajo, ggukie, me traes babeando.- la menor levantó rápidamente su mirada y la sostuvo frente a la contraria, ¿había escuchado bien?, ¿está casado?, lo supo cuando lo buscó en internet, sin embargo en ninguna foto aparecía con anillo, tampoco ella. No podía negar que la esposa era totalmente hermosa, por lo mismo ella pensó que sería imposible gustarle a taehyung; pero era extraño pues ella tampoco portaba su anillo en fotos.

apenas nos conocemos. - masculló más para sí misma que para su contrario, ¿que debería hacer?, tenía demasiadas preguntas invadiéndola ahora mismo.

lo sé. - habló en tono neutro intentando ocultar lo doloroso que era tocar el tema ahora, ¿era un rechazo? - te llevaré a casa, ¿te parece? - habló para luego intentar alejarse un poco, siendo frenado por unas delicadas manos que se posaron en sus hombros.

¿está mal si me gusta tenerte tan cerca? - tartamudeó levemente gracias a la timidez que se posaba en ella, logró notar una pequeña sonrisa que nacía en los labios del mayor.- es mejor que en mis sueños.

se acercó más a ella, ella soñaba con él, ella en serio soñaba con él. Ahí mismo, taehyung juró agradecer a cualquier dios que estuviese escuchando dentro de su cabeza. Entonces gguk cortó distancia y juntó sus labios con los del contrario, café y menta, taehyung sabía a café y menta, mientras tanto la boca del mismo se veía invadida por el dulce sabor a cerezas.

no era un beso de película, era mucho mejor que eso. Era real, taehyung movía sus labios cálidamente sobre los gruesos labios de ggukie, la misma buscaba seguir el ritmo del mayor, cometiendo algunos errores en el proceso, taehyung había besado muchas chicas en su vida, sin embargo ninguna sabía tan bien, era suave, acogedora y dulce. Te embriagaba más que un trago de jack daniels pero al mismo tiempo te endulza más que una cucharada de jarabe de caramelo. No iban al ritmo de nadie más, crearon una melodía para bailarla en pareja, la cual a pesar de tantos besos existentes en la historia, estaban completamente seguros de que antes no había existido; pues era suya, de nadie más que de una chica amante de lo conejitos y un hombre que bien podría ser modelo de Gucci.

se separaron levemente, las manos de la menor viajaron desde la nuca del contrario hasta el sedoso cabello del mismo, cada vez ggukie se perdía más en él, mientras él era arrastrado a un remolino de realidades que por alguna razón no le aterraban, sino más bien lo seducían descaradamente.

—— boxy smile: sonrisa cuadrada.