THE SENTINEL OF Astaroth; HopeV [龙]

Capítulo 1

La Diosa Cyrenne era la menor de tres hermanos resultantes de la fusión de siete enérgicas fuentes poder hace millones de años provocada por un joven Aether conocedor de magia antigua e incapaz de ser preñado. En ese entonces los líderes de los Aether, la quinta generación pobladora del mundo, desterraron a Mekari junto a sus pequeños bebés al borde del Cylön, ignorando el poder concentrado que poseían. Cyrenne, Ackil y Nizsm eran muy diferentes entre sí y poseían habilidades distintas, pero todos eran poderosos. Y tras siglos de enseñanza sobre magia y control, los dos menores demostraron poder crear cuerpos y vida.

Por su parte, la pequeña Cyrenne vino a demostrar parte de su potencial cuando un grupo de Aethers irrumpieron en el lugar recóndito formado por minerales en el que vivían, obedeciendo a las órdenes de acabar con los seres que algún día someterían a su raza y dirigieran el Cylön estipuladas por los nuevos líderes. Por fortuna los tres jóvenes sobrevivieron al ataque, pero Mekari terminó muriendo tiempo después a causa de irremediables heridas en su corazón. En consecuencia, la tristeza contenida entre los tres hermanos colapsó el cuerpo de Cyrenne y ella terminó estallando en miles de millones de partículas que le dieron una nueva y unificada forma al conjunto de universos existentes, creando así un nuevo mundo llamado Astaroth. Acabando con más de la mitad de seres en él, y el resto de la energía del Cylön yendo a parar en los cuerpos de sus hermanos menores.

Fue así como Cyrenne se consagró ante todos como la Diosa suprema de todo Astaroth. Y sus hermanos pasaron a ser semidioses que con los siglos le ayudaron a reconstruir y crear nuevas especies. Siendo Ackil el encargado específico del océano, ríos y lagos, además de ser el creador de la mitad de especies en el mundo. Mientras que Nizsm regía el Neith, un espacio en el cielo donde la energía entregada por los muertos se almacenaba, a la vez que se encargaría de mantener la justicia y sabiduría en el mundo.

Un poderoso templo con paredes hechas de una mezcla homogénea de los más bellos minerales creados por Nizsm fue su morada por siete millones de años más. Y cuando finalmente el sueño de crear una raza única de seres que adquirían gran sabiduría de los propios dioses fue cumplido por Cyrenne, la líder junto a Ackil subieron al cielo a acompañar a Nizsm convertidos en estrellas para gobernar desde allí en paz. Y en su lugar, un hermoso dragón de un pelaje blanco brillante y de alargada forma llamado Hoseok fue designado para proteger el templo y a todas las criaturas en el mundo, manteniendo de esta manera equilibrio y paz en Astaroth.

Al poderoso animal se le fue concedido un ejército de nuevos dragones que lo ayudarían, muy distintos entre sí y con grandes y feroces habilidades, pero sin los poderes que Hoseok tenía por cortesía de su madre. De los cuales solo cinco podrían cambiar a una forma humana que les permitiría mantenerse cerca a la primordial raza, y así comprobar que todo estuviera en orden con el paso de los siglos.

[Veinte mil años más tarde...]

El asesinato del rey Eilyr sin duda marcó un antes y un después en la vida de Ezra, ya que desde ese mismo día tendría que comenzar sus preparativos para empezar a dirigir con dieciséis años e igualmente tendría contraer matrimonio con el fin de esperanzar a su pueblo ante otro posible ataque de sus enemigos. Y con el tiempo la sed de venganza y el odio que había mantenido desde su infancia hacia las criaturas llegó a su clímax, terminando por asesinar a la mitad de los empleados del castillo con una espada. Gracias al temor finalmente obtuvo el respeto que siempre deseó para un rey a lo largo de sus tierras.

No obstante, todo aquello le parecía muy insuficiente. ¿Por qué gozar del respeto de algunos, si podía someter a todas las criaturas bajo sus pies? He ahí el inicio del caos. Ezra sonrió a los cordiales invitados de su madre y levantó su copa de oro dando por inicio la ceremonia.