˚़.❒ ᴛᴜꜱᴀ── *،، ᴊᴜɴʜᴜɪ + ᴡᴏɴᴡᴏᴏ

i.

Los rayos de luz se colaron por la ventana y aterrizaron casi majestuosamente en el rostro de Junhui. El chico se refregó perezosamente los ojos, aún demasiado dormido para recordar los eventos de la noche anterior. Pronto pudo recordarlo todo, cuando decidió dejar de llorar y salir a divertirse con sus amigos, que había bebido hasta casi desmayarse, el porqué no se encontraba en su casa y lo más importante, porque había un chico pacíficamente dormido a su lado. Jun se levantó, con pocas ganas en realidad, y se vistió para poder marcharse antes de que el menor se despertara y tratará de convencerlo de quedarse. Luego de usar el baño y estar completamente vestido, Jun se acercó a Wonwoo y dejo un suave beso en su mejilla, al fin y al cabo se lo debía por portarse tan bien con él.

Sabía que le recriminaría el haberse ido sin siquiera despertarlo, ya lo había hecho en ocasiones anteriores, pero ha decir verdad no podría importarle menos. Si Wonwoo quería marcharse lo dejaría y buscaría a otro para llenar su lugar.

Estarán pensando en que Junhui es un chico muy cruel, y no es del todo falso, pero tiene sus razones. Hace exactamente un mes y un día, rompió con su novio, o, más bien, su novio rompió con él. Una relación de cuatro años que se fue a la basura gracias a que alguien más apareció en la vida de su amado. Él hubiese podido entenderlo si se le hubiera explicado eso, y tal vez en este momento no estaría actuando de esta forma, pero todo cambia cuando entras a tu departamento y ves a tu novio teniendo relaciones con otra persona, y empeora cuando te enteras que lo ha estado haciendo por más de seis meses.

Le enojaba mucho recordar su relación con MingHao, pero más le dolía. Y por supuesto, siendo Jun el chico dramático que es, se lo tomó de la peor forma posible. Juró ya no volver a enamorarse nunca y, si todos en su vida iban a usarlo, él comenzaría a usarlos también. Ahí es cuando entra en escena nuestra pobre víctima, Jeon Wonwoo. El pobre joven no imaginó en lo que se había metido cuando acepto salir con Junhui, dos semanas después del rompimiento del último mencionado. Le tomó una semana darse cuenta de lo que Jun hacía con él, no era tan tonto, sin embargo dejó que continuara. ¿Por qué haría algo así te preguntarás? Es fácil, a Wonwoo le encanta Junhui. Desde que se conocieron, hace alrededor de un año cuando ambos cursaban la materia de sociología juntos, no pudo evitar sentirse atraído hacía él e hizo todo lo posible para convertirse en su amigo antes de que el semestre acabará, lo que finalmente termino ocurriendo.

Wonwoo mentiría si dijese que no espera que Junhui se olvide de su ex, el cuál él siempre pensó que no era suficiente para Jun, y decida mantener una relación formal con él. Pero en estos momentos es incierto decir que es lo que pasa por la mente del mayor, y él se encontraba demasiado cómodo con las cosas como estaban para preguntarle y arruinarlo.

Wonwoo oyó la puerta principal cerrarse y decidió que ya era momento de levantarse. Se pregunta si en algún momento Jun se daría cuenta de que fingía estar dormido cada vez que se marchaba en las mañanas, probablemente se enojaría con él si pasara. Por ahora, prefería simplemente dejarle creer la mentira si eso lo hacía más feliz. Tampoco podía negar que le gustaba que el mayor fuera cariñoso cuando creía que no podría recordarlo. Junhui había tomado el hábito de abrazarlo, o besarlo, o acariciarlo de manera tierna antes de irse. Supuso que lo hacía cuando creía que él estaba dormido porque no quería mostrarse débil o algo así.

Wonwoo salió de la ducha aún con el cabello goteando agua y secándose con una toalla. Decidió chequear sus mensajes antes de vestirse y desayunar, por lo que se acercó a su cama para tomar el celular en la mesa de luz. La toalla que antes se encontraba sobre su cabeza pasó a reposar en sus hombros. Antes de poder tomar su celular, notó algo que no le pertenecía, la billetera de Junhui. Genial, ahora tendría una oportunidad para visitar a su mayor, los mensajes podrían esperar. Se vistió tan rápido como pudo y salió directo al departamento de Junhui.

×

Golpeó un par de veces la puerta, evadiendo el timbre eléctrico, el cuál sabía que se encontraba roto. 

— ¿Wonwoo? ¿Qué haces aquí?  Vamos, pasa— parecía tan raro para Junhui que el menor se haya presentado sin siquiera llamarlo antes. Wonwoo no dijo nada, y en su lugar simplemente sacó la billetera del mayor y la sostuvo en el aire con una mano.

— Olvidó ésto en mí casa, supuse que lo necesitaría.

Los ojos de Junhui se abrieron en señal de sorpresa y casi intuitivamente se lanzó a los brazos de Wonwoo en señal de agradecimiento. La sorpresa llego también a Wonwoo, quien no se esperaba que Jun reaccionara de tal manera. No era raro que Jun lo abrazara, es algo que solía hacer todo el tiempo antes de que todo ocurriera, pero que había dejado de hacer desde que los dos se habían involucrado sentimentalmente.

— Debería tener más cuidado, Hyung, tiene suerte que está vez la dejo en mí casa, pero no siempre se dará así.

— Tienes razón, lo tendré en cuenta— Junhui intento separarse de Wonwoo, pero él no se lo permitió.

— ¿Sabe por qué le siguen pasando estás cosas? Es porque siempre huye deprisa, tal vez si se quedará más tiempo ya no olvidaría nada.

La mirada de Wonwoo penetraba en Junhui, quien de inmediato supo las verdaderas intenciones del menor. Ya no está seguro de querer separarse de él.

— ¿Tú crees que sea por eso? Sin embargo he olvidado cosas cuando estoy completamente despierto, así que no creo que sea así— si Wonwoo quería jugar, él jugaría también.

— Mmn..., Entonces tendré que comenzar a considerar mí segunda teoría.

— ¿Cuál es?

— Deja sus cosas en mí casa a propósito, para que tenga que venir a devolvérselas.

— Creo que esa es más acertada, sin dudas— la sonrisa de Junhui fue rápidamente contagiada a Wonwoo.

— Ya veo, creo que al menos merezco un beso como premio por portarme tan bien, ¿No?

Junhui no respondió, simplemente se limitó a suprimir la distancia entre ambos. Wonwoo rápidamente tomó el control de la situación y cambió sus posiciones para que Jun pasará a tomar su lugar presionado contra la puerta de entrada. Los besos se vieron acompañados de leves caricias sobre la espalda del mayor, y pronto viajaron hasta el cuello del mismo.

¿Había una mejor manera de comenzar un domingo?