Relatos de desayuno [BTS]

#2

Sus dedos se deslizan con familiaridad entre los míos cuando nos adentramos en la galería de arte, me sorprende que seamos los únicos en el pabellón de paredes blancas que parece continuar en otra habitación conectada por pasillos amplios que también tienen cuadros en los muros. Hay obras de arte en espacios estratégicos que te permiten caminar alrededor y me sujeto de su brazo para apoyarme en él cuando nos detenemos a admirar un cuadro que ocupa casi toda la extensión de la pared frente a nosotros. Sus dedos se sienten cálidos y su perfume me alcanza cuando apoyo la cabeza en su hombro para estudiar la pintura. Un ruido me sorprende y giro para encontrar la sala vacía, al igual que cuando cruzamos la puerta minutos atrás, ni siquiera veo al dueño de la exhibición o los empleados de la galería pero el olor a algo quemado me distrae de ese detalle. Vuelvo a girar y miro a Namjoon buscando algún indicio de interés en los ruidos que continúan en algún lugar que pasa desapercibido a mis ojos, y el olor a quemado que comienza a hacerse visible con nubes de humo que emanan de la pintura frente a nosotros. Él no parece percatarse de lo que sucede o hace un buen trabajo ignorándolo, cosa que yo no puedo hacer. Identifico el olor como el característico olor del pan quemado y me sobresalta un ruido aún más fuerte que los anteriores.

Abro los ojos y me cuesta un poco ubicarme en el tiempo y el espacio, tardo unos segundos en darme cuenta de que estaba soñando. Suspiro adormecida y me estiro en la cama, palpando el sitio a mi lado en búsqueda de un cuerpo que parece haber desaparecido hace tiempo porque la cama está fría. Me acomodo bajo las sábanas y abrazo la almohada impregnada en su aroma con la intención de volver a dormir, hasta que escucho el ruido de un golpe fuera de la habitación y su voz apagada por la distancia entre nuestro cuarto y el sector de la casa donde sea que esté. Eso parece lo necesario para activar un poco más mis sentidos y darme cuenta de que el olor a pan quemado no era parte de mi sueño, era la realidad filtrándose en él. Niego divertida porque sospecho lo que está sucediendo y salgo de la cama antes de ponerme mis pantuflas, tomar la goma para peinarme que dejé en la mesa de noche antes de acostarnos y salir de la habitación atándome el cabello en una coleta.

El aroma a quemado se hace más fuerte a medida que me acerco a la cocina y me refriego el rostro para quitarme el sueño de encima en cuando lo veo de espaldas, quejándose por lo bajo.

- Buenos días – sonrío arrastrando las pantuflas en su dirección y la sorpresa en su rostro al girarse me dice que estaba tan concentrado en lo que hacía que, como suele suceder cuando se enfoca en algo, olvidó su entorno. - ¿Todo en orden?

- Buenos días – se queda en silencio, mirándome por unos segundos, y vuelve su atención a la mesada de la cocina, tomándome por sorpresa cuando me acerco para ver lo que está haciendo y vuelve a girarse en mi dirección, empujándome el hombro con el suyo. - Lo siento – dice y me da un beso en la mejilla. - Buenos días.

Sonrío por el beso de buenos días que no olvida darme cada mañana, incluso cuando no podemos despertar juntos él se toma el trabajo de enviar un corto video soplando un beso para mí.

- ¿Qué haces? - pregunto apoyando la mejilla en su brazo, donde la manga corta de su camiseta cubre la piel.

- El desayuno – dice volviendo la atención a la máquina para calentar la leche y hacer espuma que parecía estar usando. - Intentaba al menos.

No puedo evitar soltar una pequeña risa por el desorden que hay en la mesada. Parece que superó la medida máxima de leche porque el mármol está cubierto de gotas y diminutos charcos de leche que tienen migajas del pan demasiado tostado en un plato al costado.

- ¿Quieres que te ayude? - pregunto alejándome para agarrar un nuevo pedazo de pan pero él se gira por completo y me toma del brazo.

- No – sonríe sin mostrar los dientes y sus hoyuelos son contagiosos. - Iré a comprar tu favorito y volveré en – mira el reloj en la pared y vuelve a mirarme. - treinta minutos.