Prólogo

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Era un día soleado, no hacía mucho calor
Templado
Incluso en días así detesto seguir vivo.

Iba en tren, me dirigía a un hogar cercano de la escuela a la que asistiría desde ahora.
Será una casa compartida, ¿con quiénes? Me lo pregunto aún

No es que me importara pero si esas personas trataban de meterse conmigo no tendría problema en defenderme

Siempre siento que la gente planea algo en mi contra, no me sorprende que desde pequeño me tacharon de raro y aterrador

Es gracioso pensar esto ahora, justo que voy camino a un lugar nuevo y con personas nuevas

Pero

No entiendo la razón de esta idea, sentir que algo hará que todo cambie
Debe ser muy cinemático pensar en esto, en la vida real y lo cruel que es
Algo como esto que pienso
Jamás pasará

Incluso si llegara a pasar
Dudo que tendría la suerte de ser yo al que le ocurra

°•°

Me dormí con ese último pensamiento
Casi nunca sueño o eso pienso
De cualquier forma es como que al olvidar algo se siente como si nunca haya existido

Baje del tren, finalmente iba camino a esa casa en la que se me alojará por un año, las casa enormes y las vistas de la puesta del sol. Eran esos pocos momentos en lo que estaba feliz de seguir vivo

-Ya llegamos- Anuncio el taxista que me llevaba a aquel lugar que tal vez se vuelva mi infierno o cielo

-Muchas gracias por traerme ¿Cuanto es?- Rápidamente saque mi billetera, mi tío me dio el dinero suficiente para 2 meses, a menos que se me ocurriera gastarlo en idioteces. Algo que jamás pasaría

-No se preocupe los que me contrataron ya pagaron- Fue lo último que escuché antes de simplemente ignorarlo y entrar a la casa

Era un pórtico grande y el patio delantero muy bien cuidado, toque varias veces el timbre hasta que la puerta se abrió

Mi corazón se detuvo

–¿Mmm?...¿Se te ofrece algo?– Un chico de orbes morados abrio la puerta

–S-soy Shuichi Saihara...– Estaba nervioso, sentía mi corazón saltar

–Oh! Ya veo, disculpa– Se hizo a un lado mientras sonreía, tenía una sonrisa muy hermosa –Pasa si quieres, yo te diré donde está tu habitación ya que la anfitriona salio–

–M-muchas gracias– Estaba embobado mirando su rostro, cada facción de su cara

–Ah! Que descortés de mi parte– Estiro su mano –Soy Kokichi Ouma–

Tome su mano y

Sentí como su mano temblaba

°•°

Me instalé en lo que ahora sería mi nuevo cuarto, estaba en el segundo piso y al frente del baño.
Cuando me dispuse a cerrar mis ojos y descansar la puerta se abrió de golpe

Locura [SaiOuma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora