Girls Just Wanna Have Fun [Crossover Zeppeli & Mustang]

Divorcios y la mejor amiga.

Este es un capítulo en conjunto con -pxrsxfonx_lilith por favor, denle mucho amor a ella y sus fantásticas ideas.

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Mustang y el divorcio:

El sonido del reloj de pared marcando los segundo era lo único que resonaba en aquella oficina, sentados uno al lado del otro tras haber hecho los tramites pertinentes te dispusiste a firmar el acuerdo frente a la vista de quien oficiaría la disolución.

Mirándote la mano izquierda en silencio retiraste la argolla dorada de uno de tus dedos en lo que la dejabas en la cajita que había en la mesa.

—Muy bien, todo esta listo solo falta que...—Interrumpiste poniéndote de pie mientras cogías tu abrigo y bolso.

—¿Señora?

—Dijo que todo esa listo ¿no? —Dijiste mirándole fríamente y en completo silencio por breves segundos miraste la espalda de Jotaro quien parecía bajar la visera de su gorra. —Si no hay más que hacer me iré primero, adiós y gracias.

A paso firme avanzaste hasta la salida y camino a tu automóvil estacionado en el subterráneo donde una vez dentro no pudiste evitar romper en llanto apoyando la frente en el volante mientras reprimías sollozos para no ser tan escandalosa, apretando el volante respiraste profundamente intentando recuperar la compostura encendiste el motor junto a la radio y emprendiste tu camino a casa.

—No puedo creer que caí en tus mentiras, tus palabras bonitas, la verdad es que fui una idiota por simplemente creerte.

Apretando los labios mientras te detenías en un semáforo esperando la luz verde recordabas las palabras que habías dicho.

—Quiero el divorcio, no es la gran cosa, nunca estas en casa y nuestro matrimonio es meramente un titulo sin valor, no seria diferente a nuestra situación actual.

Presionaste el acelerador cuando el semáforo dio la luz verde desesperada por volver a casa y beber para así olvidar todo.

“Te amare por el resto de mi vida”

Tu cuerpo entero se tenso en lo que rápidamente presionabas el freno siendo que casi chocabas con un camión, el chofer de este te grito un par de groserías pero estas no te importaron en lo que agachabas la cabeza sumisamente y un oficial cercano te daba una multa por conducir a exceso de velocidad.

—¿Qué le pasa? —Pregunto mientras le entregabas tu licencia de conducir.—Señora Cujoh.

Agachaste la cabeza en silencio viendo como el policía esperaba una respuesta.

—No me siento bien, quiero ir pronto a casa. —Murmuraste en apenas un susurro, el policía asintió y al ver tu reacción decidido dejarte ir tan solo con una multa aun cuando pudo haberte llevarte arrestada por casi haber causado un accidente.

Por un momento deseaste aquel accidente, pero no podrías dejar a Jolyne sola así que optaste por conducir lentamente hasta llegar a casa.

Una vez allí observaste el vacío en silencio, en la habitación no colgaban los cuadros de estrellas de mar y en el ropero no estaban las exóticas gorras y abrigos de color blanco que el solía utilizar.

La casa se sentía medio vacía, los cajones parecían haberse quedado sin un propósito en lo que las lagrimas ya no lograban salir de tus ojos, te miraste al espejo de cuerpo completo viéndote en silencio, el maquillaje fuera de lugar mientras vestías un traje ceñido, un vestido formal que llegaba a tus rodillas, avanzaste al baño con el animo de quien sale de un funeral y te lavaste el rostro en silencio soltándote posteriormente el cabello y dejándolo caer sobre tus hombros de manera despreocupada, descalza te arrojaste boca abajo a la cama agradeciendo que Jolyne estaba con su abuela Holly de vacaciones en Japón.