Si tuvieras en tus manos el diario personal de una caníbal, ¿lo leerías? ¿Y si viene acompañado de un ente demoníaco?
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Holly Saemann es una mujer agradable que, habiéndose ganado la simpatía del pueblo de Oyster bay gracias a su apariencia amable e inofensiva, da rienda suelta a sus apetitos por la carne humana. En su diario registra todos y cada uno de sus crímenes con un detalle aterrador, así como la parte más dolorosa de su infancia y adolescencia.
El detective Brent Hagler es asignado para demostrar que Holly no es una enferma mental, su objetivo es conseguir que la mujer caníbal termine en la cárcel. Sin embargo, una manipuladora abogada intentará obstaculizar todos sus esfuerzos sin importarle tener que romper la ley con tal de ganar el caso. Mientras que a la par se presenta un viejo amigo de Holly; un asesino arrepentido, obsesionado con Dios y lleno de oscuros secretos.
En mitad de toda esta maraña de conflictos y misterios del pasado, se encuentra una oscura presencia que acecha a todos y a quien Holly conoce como Él.
Una obra sobre la maldad humana, sobre lo retorcido que se encuentra en el propio corazón humano y cómo es que las personas se corrompen incluso debido a factores tan insospechados como el aburrimiento, los deseos de venganza, el ansia de poder o la simple perversión.
Escribir historias de procedimiento policial no es fácil. Las mismas requieren de un balance entre aquellos detalles creados para elevar las expectativas del lector versus eventos que tienen que permanecer anclados a la realidad para dar a la obra una sensación de verosimilitud.
Cuando a esto se suman detalles cultistas, paranormales y una que otra conducta parafílica castigable por la ley, por lo general (en el mundo de Wattpad) la historia se convierte en una bomba de tiempo destinada a ser ya sea eliminada por mal manejo de contenido o dejada en el olvido por falta de credibilidad narrativa.
En otras palabras, Holly: Diario de una mujer caníbal es la excepción a lo que aparenta ser la regla. No solo es una historia excelente, con la capacidad de atraer audiencia desde amantes del horror hasta detallistas lectores de misterio; es una guía sobre cómo lidiar con temáticas fuertes, causando el impacto emocional necesario sin llegar al morbo.
La autora, Nina Benedetta, ha creado una serie de personajes destinados a converger: Holly Saeman, una mujer acusada de crímenes inconcebibles, entre ellos actos de canibalismo; el detective Brent Hagler, un policía con años de experiencia y estilo de investigación único con la intención de probar que la acusada está en sus capacidades; y Nonna Greco, una abogada brillante que ve en Holly la oportunidad de cimentar su carrera.
La historia es atrapante desde el comienzo, las preguntas abundan. ¿Será posible que la acusada haya cometido tales atrocidades? ¿Estamos frente a una mente criminal o tal vez la víctima de una enfermedad mental? Todos resultan sospechosos e incluso el detective Hagler, a quien de primera intención identificamos como el compás moral de la narrativa, toma un número de decisiones que le colocan en un área gris. Todo se complica con la llegada de Nona Greco, una joven y emprendedora abogada cuyos métodos son respaldados por su ambición de destacar. Lo que comienza como una relación profesional con Hagler, toma otro rumbo, uno que llevará a ambos personajes a enfrentar graves consecuencias.
Para aquellos que gustan de comparativas, la narrativa es reminiscente de historias de Stephen King. Oyster Bay, New York, es un pueblo pequeño que encierra grandes misterios. Tras la imagen de paz y tranquilidad se oculta un nivel de maldad que arropa a la población al punto de tomar tintes sobrenaturales. Es una de esas historias donde el ambiente tiene tanto impacto como los personajes.
Eventualmente, la historia toma un giro hacia lo paranormal, sin abandonar su comienzo en el misterio. La narrativa cambia con la llegada de Samuel Collins, heredero de una de las familias fundadoras de Oyster Bay. El hombre se convierte en testigo clave de la investigación desvelando detalles que hasta ese entonces solo se consideraban vagas o imposibles conjeturas.
Tenemos culpables, motivos, y justo al filo de la resolución, se desbordan consecuencias inesperadas que hacen de esta historia una que explota lo grotesco hasta donde las Pautas de contenido lo permiten.
El desenlace demuestra la capacidad de la autora de trabajar «llenando espacios», a un nivel donde el detalle es suplido por el lector. No hay peor horror que aquel que se asoma y nos permite volar con nuestra imaginación.
Como misterio es excelente, como terror es fenomenal.
La historia tiene una clasificación madura que incluye escenas violentas, sexo, actividad criminal, trastornos parafílicos, autolesionismo y uso de drogas. La temática gira en torno a lo peor de la naturaleza humana y la idea del mal se presenta como una fuerza cambiante, la cual nunca se puede conquistar de manera concreta.
Holly es solo un título entre unas catorce historias escritas por Nina Benedetta, cuya especialidad es tratar temas maduros en historias que van desde el romance a lo paranormal. La autora muestra un gran conocimiento de temas y materias. Les invito no solo a leer Holly, si no a visitar su perfil y disfrutar de su don para las historias.
