stronger forever (niall y tu)

capitulo 1

Ahí estaba yo, sola, bajo el árbol más lejano de la escuela. Es mejor estar alejada de la escuela en los recreos. Es mejor mantenerme lejos de las burlas de mis compañeros. No lo entiendo ¿Por qué me molestan? ¿Qué es lo que les hice? No lo entiendo. No tengo a nadie que me defienda, no tengo ni un amigo o amiga, todos se alejan de mí ¿Por qué?.

Yo no debería estar en esta escuela, solo estoy aquí gracias a mis estudios. Sí, soy becada, tal vez es por eso que soy la burla de la escuela, pero ¿Qué tiene de malo tener buenas notas?.

Siempre me siento en el árbol más lejano posible de todo el mundo, ahí tengo un momento de paz. Un momento muy corto, pero en ese rato solo me dedico a leer y escuchar un poco de música. En ese rato me olvido de todo, me pierdo en la lectura. Me gusta leer cosas de ciencia ficción y fantasías, me gusta imaginar que algún día logre volar y poder irme lejos de toda esta mierda que hay en mi vida, sé que es imposible, pero nada cuesta soñar ¿No?. - ¡Ding! ¡Ding ding! -. El estúpido sonido que más odio, el sonido donde avisa que debo volver a clases.

En los pasillos siempre lo mismo, todos alegres y felices con sus estúpidos amigos. Todos me ignoran, como si fuera invisible. Me empujan, me pasan a golpear, pero ni se detienen a pedir perdón. Al llegar a mi casillero saque los cuadernos que correspondían a la materia que me tocaba ahora. Al cerrar la puerta, estaba ella, Leyla. La más bonita de la escuela, la cual todos los hombres babean al verla. Me molesta desde que llegue a la entrada de la escuela. Ahí estaba, mirándome con una ceja levantada.

- Oye tú, dame la tarea. - Me dijo con un tono de autoridad.
-N-nno la tengo, L-loo siento-. Dije temblando al pensar en la reacción de Leyla. Cerré los ojos al pensar que me golpearía, pero solo me boto todos mis cuadernos que llevaba en la mano.
- Para que aprendas a nunca decirme no, por cierto, te vendría bien bajar unos kilitos, gordis.
-Al decir eso se fue riendo con sus amigas, más bien son solo seguidoras. Recogí todos mis cuadernos, y como siempre todos solo miraban y nadie se dignaba a ayudarme. Fui caminando a mi salón, al entrar me fui directo a el último asiento de la ventana. Me gusta mirar hacia afuera cuando me siento aburrida.
-Buenos días estudiantes, hoy llego un estudiante nuevo. Transferido desde Irlanda, espero que lo acojan bien. Pase Señor Horan. -.
Entro caminando un chico Rubio de ojos profundamente celestes, se escucharon muchos cuchicheos y susurros de mujeres.
-Buenos días, Soy Niall, Niall Horan. Becado. Espero llevarme bien con todos ustedes.
- Bueno, tome asiento, haya hay uno desocupado. -. Mierda, apunto a el asiento que quedaba a lado mío. Siempre estuvo desocupado, ya que nadie nunca se sentó ahí. El chico rubio venia caminando directo al asiento que le dijo el profesor.
- Hola soy Niall, ¿Cómo te llamas? -. Cuando escuche eso, sentí que mis mejillas tomaron un color rojo, Mierda ¿Por qué tuvo que sentarse conmigo? Estaba mejor sola.
- M-me-e llamo _____.
-Lindo nombre, _____. - Solo pude sonreír a su alago ya que sentía que en cualquier momento explotaría de vergüenza.
- Eres muy tímida ¿eh? Lo siento si te hago sentir incomoda, pero me gusta mucho hablar. Espero comprendas. - Yo solo asentí de arriba y abajo con mi cabeza. Pensé para mis adentros que él también me haría la vida imposible. Sé que después de un tiempo se aburrirá y se cambiara de puesto, espero que eso sea lo más pronto posible.
-¿Qué me cuentas de ti?-. ¿Contar algo de mí? ¿Qué se supone que deba contarle? ¿Qué soy becada al igual que él? ¿Qué todo el mundo me odia? ¿Qué se supone que tengo que decirle? Sin darme cuenta estaba congelada, Niall solo me miraba.
-¿Qué? ¿No sabes que contarme?-.
-Emm.. ¿Qué quieres que te diga?-.
-Tú edad, tú estatura, tus amigos , no sé... -. ¿Amigos? ¿AMIGOS? Esa palabra para mi no existe. Nunca en mi vida me he asociado con alguien. ¿Qué le digo? Mierda.
- Mmm.. pues... Tengo 16 años, emmmm... no estoy segura de cuanto mido...-. Carajo, ahora que coño le digo sobre mis amigos. -¿No tienes amigos?-. Me dijo sonriendo. Dios, ¿Qué le digo? ¡¿QUÉ MIERDA LE DIGO?!
-Emmmm...-. Derrepente sentí que no podía respirar, sentí mi vista borrosa y no escuchaba nada.
- ¿____? ¿Te sientes bien?- Escuche a lo lejos.
- ¡¡¡______!!!.

De un momento a otro todo se volvió negro.