02

415 57 10
                                    

—¿no escuchas?,¿que haces en mi habitación? —el castaño parecía bastante enfadado—¡Auxilioo hay un loco en mi habitación! —el rubio bastante alarmado corrió a taparle la boca.

—no estas entendiendo, tu eres quien esta en mi habitación y si sigues aquí llamaré a los guardias—el castaño comenzó a hablar aun con la mano del rubio sobre su boca, lamio su palma de la mano y el rubio enseguida quito su mano.
—Ahg—
—¡Hip! —el castaño se tambaleaba hasta el rubio con una sonrisa egolatra— no niño bonito, esta es mi habitación y si tu no sales llamaré a los guardias —

¿En serio iban a discutir por esto?

El rubio tomó con algo de brusquedad  la muñeca del castaño y lo jaló hacia la puerta de su habitación en donde decía claramente #469.

Allí el castaño se quedó mirando los números como si fuesen una clave o algo.

—Oh—susurró y formó entre sus labios un perfecto círculo que hacía resaltar sus blancos dientes.

—tienes razón —rió y el rubio asintió—bueno,lamento las molestias y... —el rubio lo interrumpió.

—no te preocupes—se adentro a su habitación y segundos después se volvió a levantar, abrió la puerta y allí observó al castaño apoyándose en las paredes y caminando lento.

—¿necesitas ayuda?—habló y el castaño enseguida se volteó,mirandolo con anteojos oscuros y una sonrisita tonta en su rostro.

—no,pero igual gracias por la preocupación —habló y el rubio ahora sí y sintiéndose más libre de peso por no haber preguntado si quería ayuda, cerró la puerta y por alguna estúpida razón se quedó allí parado.

Eran las 4:30 de la mañana y el estaba parado frente a la puerta.

Debió de haber insistido, puede pasarle algo.

Lo pueden secuestrar o se puede caer por un ventanal.

Estaba apunto de volver a tomar el pomo de la puerta cuando sintió como tocaban la puerta.

Abrió enseguida y allí lo vio.

Con su cabello castaño revuelto, sus mejillas rosadas, apestado alcohol y con la ropa mal removida o mal arreglada y sus anteojos que no dejaban ver el color de sus ojos.

—mierda—susurró el castaño con una risa tonta—jure que había llegado por fin a mi habitación —

Steve se puso a reír y lo hizo entrar.

—si quieres yo duermo en tu habitación y tu en la mía, no me molesta —susurró el rubio y el castaño negó.

—¿puedes llamar a Pepper y que ella me lleve? —

—te puedo llevar yo, si quieres por supuesto —el castaño se apoyó en su cama.

—es que no se donde queda mi habitación...por eso llama a Pepper—el rubio asintió y miró los números de la tarjeta que Tony había sacado de su bolsillo.

—¿Aló? —una suave y dulce voz se hizo presente luego de dos minutos esperando en la línea telefónica.

Hola soy ehm... Steve Rogers, te cuento... Resulta que —el castaño se estaba quedando dormido Y Steve no sabía el nombre del chico, sabía que una chica había gritado su nombre pero ya no lo recuerda —bueno ehm... Hay un chico aquí en mi habitación algo perdido y que me pidió que llamara a este número —

—... —un silencio se escucho a través de la línea telefónica.

—ehm... ¿Sigues ahí? —preguntó algo temeroso.

En cambio para ese entonces Pepper ya se estaba vistiendo y algo frustrada y con ganas de llorar respondió.

dime el número de tu habitación —el rubio trago saliva por qué en verdad la voz de la chica cada vez sonaba más y más seria.

—469—la chica colgó y suspiró pesadamente.

No había dormido por intentar crear una canción y justo cuando por fin estaba logrando reconciliar el sueño, alguien la llamaba para avisarle.

Esperaba que no fuera Tony porque si es así la chica armaría una enorme discusión.

Caminó por los pasillos, bajó dos pisos en el ascensor y comenzó a buscar la habitación.

Golpeó dos veces y a los segundos apareció un rubio de ojos azules.

—Hola ehm, ¿eres Pepper? —la chica asintió y se adentró cuando el rubio se hizo aún lado.

La ira incrementó en su cuerpo y hasta quería golpear a Tony.

Obviamente jamás lo haría pero realmente ser compañera de Tony y hasta ser su amiga era constantemente vivir en ansias, estrés e ira.

—lamento tanto las molestias —susurró acercándose al castaño e intentando tomarlo.

Ya había cargado miles de veces a Tony dormido pero está vez le costaba bastante, tal vez por la fatiga de haber dormido sólo treinta minutos o por qué sus músculos no quería reaccionar.

—¿Quieres ayuda? —preguntó el rubio y la colorina se tensó.

—¡No!, digo... Yo puedo sola—habló y está vez alzó a Tony en sus brazos, sosteniendo lo de la espalda baja y sus piernas, el castaño como un koala se amarró de su cuello y Pepper hizo una mueca al sentir el olor a alcohol y cigarro impregnado en su ropa.

—¿le quitas los anteojos por mi?—Steve se sentía bastante sorprendido como la chica evitaba las palabras mágicas, ya saben esas de "por favor", "gracias", "disculpa".

Pero aun así obedeció y le saco los anteojos al castaño, dejando ver las pestañas espesas y largas del moreno.

—bien—la chica comenzó a caminar con algo de torpeza fuera de la habitación.

La chica parecía molesto y en realidad lo estaba.

Steve la siguió solo por si en cualquier momento necesitase ayuda.

Y así fue, la chica se sintió mareada y pidió que cargara a Tony.

Cuando llegaron, Steve preparó café y Pepper encendió el agua de la ducha y metió al castaño alli que comenzó a quejarse.

Y en efecto, todo se convirtió en discusión y gritos por parte de Tony y Pepper.

El rubio no sabía que hacer y justo cuando pensó en escaparse, Virginia salió del baño, con sus ojos llorosos y temblando.

Steve miró al castaño salir empapado de agua y a la colorina pegar un portazo.

El castaño lo miró y el se sintió nervioso.














N/A

Voy a dejar letras de canciones para que sientan mi dolor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Voy a dejar letras de canciones para que sientan mi dolor.

baby, I'm perfect for you [[Stony]] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora